Primero lo intentó el vice-alcalde Cobo, tras el que se emboscaba Gallardón, promocionado por El País y ganador de la carrera hípica de El Mundo. La enérgica Esperanza Aguirre encajó el golpe con solvencia, sirviendo de parapeto a Mariano Rajoy. Rajoy no se dio por enterado... pero intentó amansar a Gallardón, invitándole a maitines.
Segundo punto. Alguien con convicciones firmes propuso al PP sumarse a la manifestación del 18-J, así como invitar al Senado a un experto en homosexualidad, solvente y honesto. La discusión se prolongó hasta el 13-J y la decisión fue ambigua: asistirían Acebes y Zaplana, entre otros, pero ninguno de los máximos representantes de Madrid, ni el máximo del PP. Rajoy consintió por segunda vez, propiciando que el PP perdiera bastantes cientos de miles de votos, por su ambigüedad y por la inadmisible traición a un invitado propio.
Tercer asalt Piqué aprovecha que Rajoy está doblegándose nuevamente a Gallardón, acompañándole a un fracaso cantado y dispara sendos cañonazos a Acebes y a Zaplana.
A la tercera va la vencida: ¿Mariano Rajoy no da la talla? ¿Gallardón es un caballo de Troya? ¿Está el enemigo dentro de casa?
Luís Gutierréz García
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