• Un funcionario del Gobierno dijo que sería liberada, pero la Archidiócesis denuncia que sólo tiene una opción para salir de prisión, que es la de renunciar a su fe católica.
  • A Meriam la juzgaron por adulterio, y la castigaron a 100 latigazos porque, según la ley islámica, una mujer musulmana no puede casarse con un cristiano. 
Malas noticias para Meriam Ibrahim, la madre católica condenada a muerte en Sudán del Norte acusada de apostasía por ser cristiana y atada por los tobillos en una cárcel. Pese a que Meriam fue criada como cristiana, el pasado 15 de mayo los jueces la juzgaron como musulmana, condenándole a muerte por apostasía en base al artículo 126 de Código Penal de Sudán porque en ese país rige la sharia o ley islámica.

Aunque un funcionario del gobierno de Sudán dijo el sábado 31 de mayo que Meriam Ibrahim, sería liberada, la Archidiócesis de Khartoum ha denunciado que la mujer solo tiene una opción para salir de prisión, que es la de renunciar a su fe católica y divorciarse de su esposo Daniel Wani, un cristiano de Sudán del Sur, recoge Aciprensa. 

La Archidiócesis de Khartoum ha exigido a través de una nota firmada por el sacerdote Mussa Kacho, Vicario Episcopal de la región pastoral, que se garantice la libertad religiosa de acuerdo a lo que prescribe la constitución en su artículo 38, informa Ayuda a la Iglesia Necesitada. "Para honrar a la firme voluntad de Meriam de no abandonar su fe cristiana, imploramos a la magistratura y a las autoridades competentes que revisen el caso y decreten un fin razonable", señala la nota.

"Expresamos un profundo malestar y desilusión al observar como el caso ha sido gestionado en el tribunal sin respeto alguno por la fe religiosa de meriam. El punto central del caso es que la mujer no ha abandonado el islam por el cristianismo, porque desde su infancia no ha practicado la religión islámica", agrega.

Recordemos la historia de Meriam: hija de un hombre musulmán que la abandonó a la edad de cinco años. Desde entonces, fue educada en la fe de su madre, cristiana ortodoxa, y más tarde se convirtió a la fe católica. En 2011 conoció a su esposo Daniel Wani, cristiano, con quien contrajo matrimonio.

A Meriam también la juzgaron por adulterio, y la castigaron a 100 latigazos debido a que según la ley islámica, una mujer musulmana no puede casarse con un cristiano, lo que convierte en nulo su matrimonio, y a sus dos hijos, en prueba de que cometió adulterio por tener relaciones sexuales fuera del matrimonio.

Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com