Más que reducirse el paro, en España se multiplican los contratos laborales firmados, algo que se ha convertido en la mejor descripción del mercado laboral español. Así, durante la mañana del lunes 4 se conocía que el paro registrado en las oficinas del INEM se había reducido en marzo en 33.217 personas, por lo que la cifra total de desempleados se situaba en 1.684.164. Y otra cifra esperanzadora era que se habían firmado en ese mismo mes 93.532 contratos. Hasta ahí todo estupendo, lo que no ocurre es que, de cada diez de esos contratos, sólo uno era indefinido. Y eso, a pesar del abaratamiento práctico del despido y de que la normativa cada vez ofrece más posibilidades al empresario para despedir a bajo coste o sin coste alguno, al tiempo que aumentan las subvenciones por contrato fijo. Llama especialmente la atención el hecho de que la posibilidad de despedir a un contratado indefinido durante los primeros seis meses de empleo.
Es igual, no hay manera. La temporalidad se ha convertido en una fijación.