David Cameron (en la imagen junto a Obama y Hollande) siempre me ha parecido el chico de Eton, snob, es decir, con aristocracia pero sin nobleza, que hubiera sido un perfecto personaje de Wodehouse, aquel genio egregio que dedicó su vida a hacernos felices a los demás a costa de burlarse de las clases altas del Imperio británico.

Barack Obama es el presidente de Estados Unidos que más ha confundido la firmeza con la chulería, el gran presidente progre de los Estados Unidos, con la osada ignorancia de todos los progres. Un verdadero desastre para un país que todavía creía en la libertad.

Incapaz de aprender de la historia, incluso de la más reciente, las de su apostrofado antecesor, George Bush.

François Hollande es un jacobino retrasado -retrasado en cuanto jacobino, digo- con más ambición que ideas.

El trío es tan agresivo como cobardón. Por eso, tanto el conservador, como el progre o el socialista, se han buscado una excusa -la guerra química de Bashar Al Asad- con el mismo entusiasmo con el que George Bush se buscó las famosas armas de destrucción masiva de Sadam Husein. Hoy, en Iraq se producen una media de 200 muertos mensuales en actos terroristas, porque el bueno de George, la emprendió con Bagdad, de la misma forma que a los tres chicos de Washington, Londres y París, les ha dado por Damasco.

Insisto: son más cobardes que Bush, quien optó por la barbaridad de la invasión terrestre. Estos sólo bombardearán desde el aire y a distancia, matarán muchos civiles y se los pondrán en plata a los fanáticos homicidas de la oposición al régimen sirio para que sigan realizando matanza en tierra firme. Barack, David y François son muy inteligentes.

¿Qué tienen en común estos tres petimetres, además de su vanidad pueril y su vacío occipital Que son líderes del Occidente cristiano huérfano, pues precisamente han abjurado de sus principios cristianos.

Para esta troika los hechos y los hombres se juzgan según el partido que pueda sacarse de ellos. Por eso, siguen apoyando el fanatismo sunita de Arabia Saudí y de más principados pérsicos contra el chiismo, en ocasiones igualmente fanático, pero que no tiene prisionero a Occidente.

En definitiva, este trío de portentos está apoyando a Al Qaeda. A lo mejor no se han enterado o, a lo mejor, que siguen el principio primero del Nuevo Orden Mundial (NOM): se necesita una crisis bien profunda para establecer el nuevo orden, es decir, la ingeniería social anticristiana. Una forma de suicidarse como otro cualquiera.

Eulogio López

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