Es el vídeo de la niña y el pollito, un 'best seller' en Internet que ha dado la vuelta al mundo. Me he acordado de él al leer la entrevista con el ministro vaticano de la Familia, Vincenzo Paglia.
Sí, ya sé que el Sínodo de la Familia no ha hecho más que empezar y que el ordinario tendrá lugar dentro de un año -y ya se habla de terceras partes- y que el Magisterio de la Iglesia será lo que al final concluya el Papa Francisco, que bien podría llegar dentro de unos años.
Pero eso no es con lo que se ha quedado el personal. El personal se ha quedado con que la Iglesia admite las uniones sodomitas y que los divorciados y vueltos a casar pueden comulgar. Bueno sí, y que el Magisterio se abre a las nuevas formas de convivencia y la misericordia inunda el Vaticano, antaño cerrado a todo tipo de innovación. Traducido al castizo: puedo hacer lo que me venga en gana.
Y tendrán asideros a los que agarrarse, dado que el ministro vaticano de la familia -no es exactamente eso pero dejémoslo-, monseñor Paglia, nos asegura que "el cambio ha llegado, no hay marcha atrás". O nos asegura eso otro tan bonito de que las oposiciones a la comunión a los divorciados que se han vuelto a casar y a las uniones de hecho "no han modificado un camino que ya ha comenzado". Para entendernos, que los que defienden la doctrina eterna de la Iglesia han pasado a la oposición y, además, no se les va a hacer ni caso porque... no hay marcha atrás en el 'cambio'.
Ahora me dirán que los periodistas lo manipulamos todo. Y volveré a responder que si te manipulan una vez la culpa es del periodista; si te manipulan dos veces, debes pensarte lo que dices. Y si te manipulan trescientas veces, entonces la culpa es tuya porque no sabes lo que estás diciendo.
O como me envía alguien en un correo:
1. El cisma ya está creado porque hay dos grupos haciendo cada cual lo que cree conveniente.
2. Mientras esto está sucediendo, las almas, las de los sacerdotes, así como la de los fieles que están incumpliendo las normas, se están condenando.
Vamos, que si no hay cisma sí hay sacrilegio continuado.
¡La que has liado, pollito!
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com