Sr. Director:
Al tiempo que se inician las vacaciones veraniegas para una parte de la sociedad y que los datos del paro nos dan un baño de optimismo, la actividad política ha tomado un nuevo impulso que anuncia para septiembre un cambio de panorama pleno de interés.
El empecinamiento del Sr. Mas, el relevo en la Secretaría del PSOE, que abre más incógnitas que certezas, el anuncio del presidente Rajoy de una eventual reforma electoral que permita otorgar la alcaldía al candidato que más votos obtenga, supone ya una corriente de aire fresco.
En todo caso, esta última medida, junto a la eventual reducción del número de aforados, forma parte de un conjunto de cambios que anhela el electorado y que acaso tendrán que esperar a una próxima legislatura que se prevé llena de incógnitas.
Sigue a la espera la necesidad urgente de reformar la administración pública, la adopción de medidas mucho más concretas que acaben con la corrupción, el caso Pujol ha vuelto a revolucionar, y una regeneración ética de la vida pública que no puede llegar sólo a través de normas. Pero nada de esto podrá convertirse en una realidad sin un consenso amplio que renueve y fortalezca el pacto constitucional, incluyendo la lealtad de todos los poderes territoriales, de modo que se vea definitivamente superado el aventurerismo del que es buena muestra el proceso secesionista en Cataluña. Bienvenidos sean los cambios, siempre que sean para reforzar la democracia y, sobre todo, los consensos esenciales que dan estabilidad a nuestro Estado de Derecho que sin duda es algo diferente al "derecho a decidir".
José Morales Martín