Sr. Director:

En las primeras escenas de la película Los Increíbles, el musculoso y bonachón protagonista interviene justo a tiempo para evitar que un ciudadano se suicide. Y en mal momento lo hace. Ese salvamento terminará por convertirse en el primer peldaño que le llevará a su ocaso. Mr. Increíble deberá padecer la manipulación de un abogado sin escrúpulos, que presentará su acción como un acto indigno : Lo que hizo Mr. Increíble atenta contra la libertad personal de mi cliente, que había decidido suicidarse.

Esta escena tan lúcida me ha hecho reflexionar sobre el suicidio asistido a Ramón Sampedro y el futuro que nos plantea la legalización de la eutanasia. Si se legalizaran este tipo de situaciones, y a mi se me ocurriera salvar la vida de una persona que ha decidido morir, ¿podría acabar yo en la cárcel?

¡Qué cruel contrasentido!

Jordi Molas i Verdaguer

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