Sr. Director:Este próximo sábado 23 de febrero se cumplen veinticinco años, ¡cómo pasa el tiempo!, de la expropiación de Rumasa el mayor holding empresarial privado de nuestro país.

Fundada por el empresario de la ‘abeja' (José María Ruiz-Mateos), con mucha ilusión, pasión, humildad (desde menos 300.000 pesetas de las de entonces), se convirtió por ese tesón, fuerza de voluntad y visión de futuro en el mayor holding privado que daba empleo a más de 65.000 personas. Ya saben que Rumasa fue expropiada por el Gobierno socialista de entonces.

Pues bien, ahora que se cumplen estos 25 años de aquel fatídico atentado contra la propiedad privada, jamás visto en la historia de nuestra joven democracia, sabrán ustedes que el Gobierno no ha indemnizado ni consignado ningún euro a la familia Ruiz-Mateos, ni devuelto ninguna de sus empresas. Me sigue sorprendiendo que el caso Rumasa siga sin resolverse, ahora más si cabe, cuando el ‘jefe' (como se le sigue llamando cuando se refieren a él sus cercanos colaboradores), D. José María, ha creado la Nueva Rumasa. Ésta es fruto del tesón, visión de futuro, capacidad de trabajo y sacrificio del patriarca. Él es el verdadero artífice, apoyado claro está, por sus hijos que trabajan codo a codo con él y de sol a sol.

El mérito de José María Ruiz-Mateos es este: Que sin haber recibido indemnización alguna por las empresas expropiadas (a valor de hoy y con intereses incluidos, cómo no), ni habérsele devuelto empresa alguna, es capaz de resurgir de sus cenizas cuán Ave Fénix y crear Nueva Rumasa. Ahora anda consolidando este grupo de empresas y creciendo a base de adquisiciones y fusiones. Un verdadero ejemplo para el empresariado actual. 

Por citar un ejemplo: Clesa, antigua Parmalat, anda dotando grandes presupuestos en la publicidad de sus marcas con el único fin de crear y consolidar las mismas. Y que decir de sus expectativas de volumen de negocio: 600 millones de euros. Este es el verdadero motivo de haber pujado -desde su división de bebidas- por las marcas de Domecq: Su voluntad de aupar Jerez y al jerez al lugar que le corresponde.

Un último apunte es su serio compromiso en el cumplimiento de sus deberes sociales, fiscales. En definitiva, una apuesta firme por la responsabilidad social corporativa ante sus públicos objetivos: Accionistas, proveedores, trabajadores, instituciones públicas y privadas, entre otras.

Su compromiso con la sociedad en la que opera se puede comprobar a través de las distintas Fundaciones y ONG's de las que es patrono. Sus aportaciones financieras van más allá de unas deducciones fiscales: Voluntad firme en ayudar y apoyar a aquellos sectores de la sociedad más necesitados y que viven con escasos recursos. Varios ejemplos: Fundación Alcalde Zoilo Ruiz-Mateos (Rota), Fundación Teresa Rivero (Jerez), Fundación Rayo Vallecano (Madrid) y la ONG ‘Gestores para la Libertad' (que cumple este año 10 años de vida) dedicada al asesoramiento jurídico gratuito a aquellos internos con escasos recursos, amén de organizar numerosos talleres ocupacionales en un buen número de centros penitenciarios de nuestro país.

José María Ruiz-Mateos, apoyado por sus hijos que trabajan para él, construye un nuevo grupo de empresas y se afana en hacer de Nueva Rumasa un ejemplo en todo, en su gestión, buen hacer y transparencia. Pero, claro está, con la experiencia del pasado. Y esto es importante saberlo y entenderlo.

Otro enfoque sería distorsionar la realidad: José María Ruiz-Mateos se rodea de los mejores, sus hijos: Su mejor legado. Su valor: Capacidad de trabajo y sacrificio pero sin olvidar -perdonar ya perdonó- lo que le pasó, que fue un caso injusto y desproporcionado.

José María Moncasi de Alvear

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