La televisión pública lleva días exhibiendo la tragedia inconmensurable de los afectados por el plante de los controladores. El sábado, RTVE batió todas las marcas de histeria telediario de la primera edición- al exhibir a una jovencita en tratamiento médico por el daño moral que le había provocado la huelga de controladores. Señorita: no sea usted tan blandita.
Los controladores se pasaron dos pueblos y tienen bien merecido que se les haya obligado a trabajar por la fuerza. No se puede utilizar a los pasajeros como rehenes: eso es inmoral. Ahora bien, el vicepresidente del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba (si le das la espalda, te la clava) ha aprovechado la ocasión para dar un paso más en su camino hacia La Moncloa. Lo mismo han hecho la ministra de Defensa, Carme Chacón, candidata a la Presidencia del Gobierno por el Grupo Mediapro-La Sexta, y el inefable Pepiño Blanco, quien apuesta a los dos bandos: a su amado ZP y a Rasputín Rubalcaba, pues apostar por dos contendientes es la mejor manera de acertar.
Así que los tres políticos compiten para aprovechar, de forma ligeramente espuria, el ya citado incidente de los controladores, a costa de aprovechar la histeria provocada por la inmoralidad de los controladores. Si alguno de los tres pidiera ahora el fusilamiento de la junta directiva del sindicato USCA nadie se llevaría las manos a la cabeza y más de uno utilizaría esas manos para aplaudir.
Mal está el chantaje de los controladores a millares de pasajeros pero también la manipulación del Gobierno sobre millones de españoles.
Eulogio López
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