- No confundir con el banco público, producto de la hipotética fusión Bankia-CX-NCG Banco, que nadie desea.
- Menos que nadie, tres personas: Artur Mas, Alberto Núñez Feijóo y José Ignacio Goirigolzarri.
- Pero Europa sí vería con buenos ojos el proyecto inicial del PP -desechado por Rajoy- de traspasar todos los activos tóxicos inmobiliarios a una entidad financiada por fondos europeos y con vistas a su liquidación.
Era el titular de Economía, Luis de Guindos, el partidario de abordar la reforma bancaria con un banco malo, entidad de nueva planta donde se albergarían todos los activos tóxicos. Pero Mariano Rajoy (en la imagen) desechó un sistema que su responsable de Economía consideraba el más barato.
Y ahora resulta que Europa retoma el testigo, como financiadora del rescate bancario a España, y sí le agrada la creación de un banco tóxico donde se acumulen los activos tóxicos, sobre todo inmobiliarios, una entidad nacida para morir, para ser liquidada en el menor plazo de tiempo posible.
¿Por qué? Porque sería la opción más barata.
Ojo, no confundir la creación de este banco tóxico con la fusión de los tres bancos nacionalizados (Bankia, Catalunya Caixa y Novagalicia Banco (NCG Banco) porque a esto se oponen todos. El primero, el nuevo presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri. En segundo lugar, la Generalitat de Cataluña, pues Artur Mas pretende que CX siga existiendo como entidad. Y menos que nadie el popular Núñez Feijóo, presidente de la Xunta de Galicia, para quien contar con un banco gallego resulta fundamental.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com