Mientras, se lanza la opción política de Javier Solana por el PSOE y Rato por el PP para presidir un Gobierno de coalición entre los dos grandes partidos

El ex Gobernador del Banco de España, Luis Ángel Rojo, fue el encargado de otorgar Banesto al Santander de Emilio Botín. Diez años después, el viejo profesor fichaba como consejero de la entidad.

El ex director del Fondo Monetario Internacional (FMI), Rodrigo Rato, no será consejero del Santander, sino miembro de su Consejo Asesor Internacional, compuesto por importantes ex personalidades y donde aún se trabaja menos, pero no por ello se deja de cobrar. En el caso de Rato no es que le regalara ningún banco a Botín pero durante sus ocho años de mandato al frente de la Hacienda pública, evitó que el abogado del Estado cumpliera su papel en el caso de las cesiones de crédito del Banco Santander, dado que el perjudicado era la Hacienda pública.

Pedro Solbes, sucesor de Rato, al igual que Rato lo fue suyo, utilizó la misma táctica, en defensa de los intereses de don Emilio y el resto de directivos acusados por la juez Teresa Palacios, de la Audiencia Nacional, hasta que el juez Gómez Bermúdez le dio carpetazo en la vista previa del juicio oral. En el caso del ex director del FMI, además, el Banesto de Emilio Botín apoyó a Aguas de Fuensanta, un caso que aún está en los tribunales. Los Rato y los Botín siempre han tenido buenas relaciones. Y no lo duden: en cuanto abandone el poder, Pedro Solbes será fichado por don Emilio Botín.   

Pero como decíamos ayer, los fichajes de Rato (hasta ahora Lazard y Santander) no han concluido. Aún quiere más consejos y más dinero.

Al mismo tiempo, y dado el casi empate técnico entre PSOE y el PP, las viejas guardias de ambos partidos ya están pensando en otras soluciones. Así, tanto aznaristas como felipistas,  especialmente la popular Esperanza Aguirre, ya están pensando que, de producirse un empate técnico el 9 de marzo, se debería ir a un Gobierno de coalición a la alemana: PP y PSOE. Si el PP ganara por la mínima el PSOE, el presidente sería Javier Solana; si ganara el PP, el cargo recaería en Rato.

Cosas que se murmuran en los salones madrileños, porque lo cierto es que ni ZP ni Rajoy están dispuestos a permitirlo. Ambos tienen claro que, si ganan por un sólo voto, formarán Gobierno aunque sea un gabinete de escuálida minoría parlamentaria. En el caso de Rajoy, que juega su última baza, formará Gobierno aunque gane por un sólo voto... o por un sólo escaño.