Que a los tres les molesta el Cristianismo.

Hugo Chávez representa el nuevo comunismo: una mezcla de comunismo político y capitalismo (de Estado, aunque eso es lo de menos). Digo esto sin olvidar que el mejor ejemplo de esta perfecta convivencia entre tiranía política y capitalismo económico es China.

Ahmadineyad cree en la Alá-cracia, o gobierno de la ley islámica interpretada por él mismo, naturalmente. Obama es un demócrata relativista, que no cree en las verdades absolutas, es decir, que no cree en la verdad. Porque la verdad o es absoluta o no es verdad. Pero como ni las personas ni las naciones pueden vivir sin la verdad, para Obama su verdad es la verdad, una verdad cambiante según sus propios intereses.

Por eso, en el noveno aniversario del 11-S, el presidente norteamericano pide a sus ciudadanos tolerancia. La tolerancia es buena, sin duda, pero no sirve para detener a un fanático como Bin Laden. Otra cosa es que las convicciones firmes nos lleven a aporrear la testuz del contrario. Por lo general, los llamados dogmáticos son los que respetan a los demás porque creen sinceramente en sus valores por lo que no tienen ningún impedimento en someterlo a contraste-. Sin embargo, los que se conforman con la tolerancia, por la sencilla razón de que no creen en nada y les da igual ocho que ochenta, acaban a palos con los demás y consigo mismos. Todos los dictadores han sido muy tolerantes y muy poco respetuosos con las ideas ajenas.

Pero en este aniversario del 11-S puede decirse que los tres líderes mencionados tienen en común su aversión al cristianismo y con él, su aversión a la debilidad. Los tres se comportan según el viejo aforismo: fuertes con el débil y débiles con el fuerte. En concreto, Obama tilda de payaso al reverendo que quería quemar cora nes (no es un payaso sino alguien que no respeta a quien no piensa como él) pero se cuida mucho de criticar todo lo contrario- a los islámicos que pretende construir una mezquita en el Zona Cero. Más que nada por molestar.

Al final, según el tolerante y progresista Barack Obama resulta que el pastor Jones es peor que Ben Laden. No estamos en guerra con el Islam, clama Obama. No, pero el Islam sí está en guerra con los Estados Unidos, con Occidente, pues considera a USA el arquetipo de la civilización cristiana occidental. Y otra necedad del presidente norteamericano: "No nos ha atacado una religión" Por supuesto que sí ha sido una religión quien destruyó las torres gemelas. Sólo un tontón relativista puede despreciar la la fuerza más terrible que existe sobre la tierra: un credo, una convicción, una interpretación del universo. No existe nada más constructivo, o más destructivo, mister Obama, que una religión.
Y no se trata de responderle con bombardeos sino con el ideario cristiano, cuyo primer mandamiento político es la sacralidad de la persona, desde la concepción hasta la muerte. Es como siempre se le ha vencido. Recordemos la frase del muftí de El Cairo: En 50 años vuestras mujeres vestirán chilaba, porque nosotros creemos en algo y vosotros no creéis en nada

No, no son enemigos entre sí: los tres, Chávez, Ahmadineyad y Obama son enemigos de la Iglesia de Roma.

Eulogio López

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