Sr. Director:
De vez en cuando, acaece que un teólogo, profesor en algún centro oficialmente católico, enseña doctrinas que difieren de las del magisterio de la Iglesia. Entonces la jerarquía, sin expulsarle de la Iglesia ni privarle de las licencias ministeriales si es sacerdote, lo que sí hace es retirarle el permiso para enseñar en su nombre la doctrina católica. No recuerdo ni una sola de esas ocasiones, en que los medios que se consideran como progresistas, tanto mediáticos como eclesiales o políticos, no hayan puesto el grito en el cielo, acusando a la autoridad eclesiástica de intolerancia, dogmatismo y falta de libertad.
Pero a la eurodiputada socialista Rosa Díez, por mantener una postura frente al terrorismo que difiere de la línea oficial de su partido, se la retira como representante del mismo en la Comisión de Libertades del Parlamento Europeo, y en los medios progresistas a los que antes me he referido, nadie levanta la voz, ni protesta ni se considera la actitud del PSOE como intolerante. Ya se ve la falta de coherencia de los mismos. Por lo visto no se puede medir con el mismo rasero a la Iglesia y al Gobierno.
Juan Ángel Flores Sandoval
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