• Fuentes del sector señalan que la gestión de los trenes turísticos Al Andalus, el Tren de la Fresa y el Transcantábrico, los primeros que se licitarán, no resultan atractivos para los inversores.
  • Ana Pastor ha manifestado que será el Gobierno quien determine el número de operadores privados que operarán a partir de julio, y que el proceso será progresivo.
  • Más interés despertarán los trenes de mercancías, pero en España tienen un problema que disuade a muchos inversores nacionales y extranjeros: no se ha invertido para que lleguen a los puertos.
  • Los sindicatos no se fían de las promesas del Ministerio de recortar la plantilla, mediante medidas no traumáticas como las prejubilaciones, destinadas a  aligerar la plantilla en unas 4.000 personas.
  • Vaticinan un batacazo en la privatización, en un momento en el que en Europa se están planteando retrasar hasta 2019 la liberalización del transporte ferroviario.

Ana Pastor, ministra de Fomento, ha declarado en la mañana de este jueves a la cadena Ser que será el Gobierno quien determine el número de operadores que prestará servicio de tráfico de viajeros en tren en competencia con RENFE.  "La liberalización será un proceso muy progresivo, donde queremos que el operador público RENFE sea potente y competitivo, y que puedan entrar otros operadores, pero finalmente es el Gobierno el que determinará cuántos operadoras podrá haber".

El proceso será lento, porque a la fuerza ahorcan… Según fuentes del sector, no le está resultando fácil a la ministra encontrar ofertas atractivas, especialmente para las primeras licitaciones, los llamados trenes turísticos, como el Transcantábrico, el Al Andalus y el Expreso de la Roda, que gestionaba la extinta compañía de Ferrocarriles Españoles de Vía Estrecha (FEVE).

Mucho más interés despiertan los trenes de mercancías, que resultan rentables, pero cuentan con un importante handicap para las empresas interesadas. Un importante porcentaje de las líneas no llegan hasta los puertos, y ello provoca que muchas empresas, especialmente las de alimentación,  sigan prefiriendo el transporte por carretera.

Da la impresión de que el Ministerio de Fomento, acuciado por la falta de fondos, se apresuró a lanzar las campanas al vuelo sobre el éxito de una privatización/liberalización muy complicada.

Juan José Domínguez, de Acción Sindical de RENFE por el Sector Federal Ferroviario de CGT, ha manifestado a Hispanidad que "el proceso de liberalización de viajeros y la disgregación de RENFE en cuatro sociedades diferentes: viajeros, mercancías, mantenimiento y material rodante va en dirección contraria de lo que se está haciendo en Europa, con Francia y Alemania planteándose retrasar el proceso hasta el año 2019".

El Ministerio de Fomento se adelantó incluso en dos años a las exigencias europeas que reclamaban acabar con las subvenciones, pero una tarea de semejante envergadura, con un servicio de Cercanías que tiene que mantener su condición de servicio público y  con un servicio de media distancia que, según ha informado el propio Gobierno, se verá seriamente recortado. De un total de 3.374 trenes semanales de Media Distancia, se suprimen 779 trenes semanales; 172 estaciones dejaran de tener parada de tren, y tendrán una única parada por sentido otras 163 estaciones. Se estima en torno a un millón el número de viajeros afectados. Los sindicatos denuncian que no se puede sugerir a las Comunidades Autónomas que se hagan cargo de los servicios menos rentables, como, afirman, se está haciendo, porque al final el dinero sale del contribuyente, y para semejante viaje no se necesitaban alforjas. Los empresarios privados -se habla de ALSA, la Deutsche Bahn alemana o SNCF francesa- no están interesados en los trayectos menos rentables. De hecho la compañía gala lo que quiere disputar a RENFE el AVE-Madrid Barcelona, una perita en dulce.

Auguran los sindicatos que la liberalización puede tener consecuencias tan catastróficas como la que tuvo la privatización de los ferrocarriles ingleses, que se saldó con una reinversión carísima por parte del Gobierno.

Por otra parte, los sindicatos pueden ser una importante china en el zapato de la ministra. Tiene que ir con cautela. Están dispuestos a presentar batalla y de momento no acaban de fiarse de las promesas de rejuvenecer y rebajar la plantilla de RENFE en unas 4.000 personas  con medidas no traumáticas como pueden ser los traslados, las jubilaciones en servicios con "penosidad" , que permiten el retiro a los 60 años con el 100% del sueldo y las prejubilaciones. Fuentes de CGT señalan que resulta difícil creerlo  ahora, dadas las circunstancias actuales, y tras la reciente publicación del decreto Ley que penaliza las jubilaciones.

Sara Olivo
sara@hispanidad.com