Los oficiales de la policía desarmaron un grupo mafioso que utilizaba a chavalas adolescentes en trece prostíbulos de murga y apresaron a 105 delincuentes.

 

La organización se anunciaba en la sección de anuncios por palabras de los rotativos de más difusión.

También, en la pelea contra la trata y la explotación carnal, se ha llegado a detener a más de 30 grupos mafiosos con cerca de 500 personas arrestadas, medio centenar de registros y la confiscación de abundante documentación, dispositivos informáticos, billetes de curso legal, automóviles y armas de fuego.

Desde la incorporación de Rumanía a la Unión Europea, ha aumentado el porcentaje de menores oriundos de dicho país que son transportados a nuestro país para su explotación carnal en clubes de lujo, según la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida.

Una rumana terminó en un burdel con cinco chiquillas más. "Nos quitaron toda la documentación y nos amenazaron con hacer daño a nuestras familias si acudíamos a la Policía". "Estábamos encerradas en una jaula de la que no podíamos escapar. Trabajábamos doce horas al día y estábamos obligadas a ver a 40 clientes por jornada".

El dinero que se recaudaba iba directamente a los componentes de la banda mafiosa. En la cábala de no poder cumplir las exigencias previstas, les daban una gran paliza.

Eran seducidas en su país de origen, con inexistentes puestos de trabajo para forzarlas, después, a ejercer de meretriz. Entre las adolescentes seleccionadas, se encontraban muchas menores de edad.

Según las Obras Misionales Pontificias, las cifras de la explotación infantil son espeluznantes; hay 14 millones de huérfanos a causa del sida. De la mitad de los 600 millones de pobres del mundo, 130 millones no acuden a la escuela, 180 millones padecen desnutrición, 250 millones sufren explotación laboral y un millón de menores caen en las redes del comercio sexual.

La semblanza de la infancia es la imagen de nuestra condición moral como adultos. Una civilización luchando contra las adolescentes es un mundo que ha perdido la esperanza. Los niños en la indigencia, vejada, golpeada, inmolada es un crimen contra la Humanidad que pronto será juzgada por sus propios descendientes.

Clemente Ferrer

clementeferrer3@gmail.com