El Rey se vería en un brete. El presidente del PP no quiere que ni Aznar ni Rato le quiten protagonismo en la campaña, y hace esperar a un Gallardón histórico. Es decir, mientras ZP suma, Rajoy resta. El PSOE aclara la continuidad de Solbes mientras que Rajoy se enerva cuando le preguntan por Rodrigo Rato y Juan Costa sigue sin aclarar quién es el hombre fuerte de Economía del PP

El nuevo año nos ha traído nuevas encuestas. En concreto, la semana laboral, miércoles 2 de marzo, comenzaba con dos encuestas sobre intención de voto, a dos meses de las generales: El Mundo y La Vanguardia. Ambas coinciden en un empate técnico en escaños, pero ambas otorgan más votos a ZP que a Rajoy. Para ser exactos, La Vanguardia ofrece un 42,5% de votos al PSOE frente a los 39,7 del PP. Es decir, 2,8 puntos de ventaja. El Mundo le ofrece 2,5 puntos en intención de voto, es decir, 41,9 del PSOE frente a 39,4% del Partido Popular.

Ambos diarios concluyen que estamos ante un empate técnico, en escaso, se entiende. La Vanguardia ofrece al PSOE entre 158 y 162 escaños, frente a la horquilla del PP, que se situaría entre 152 y 156. Según El Mundo, los distritos pobres (es decir, circunscripciones como Soria, donde el PP aventaja al PSOE) nos llevaría a un reparto de escaños de entre 153-164 (PSOE) y de entre 151 y 162 (PP).

Por tanto, hablar de empate técnico es forzar un tanto las cosas. Lo que está bastante claro es que, a pesar de los desastres del Gobierno (ETA, AVE, Política exterior, etc.), el PSOE está por delante del Partido Popular, ZP es más popular que Rajoy y el PSOE puede ganar fácilmente en votos y escaños. Eso sí, Rajoy acorta distancias pero en la línea de los últimos sondeos de opinión: no es que el PP gane, es que pierde el PSOE, tras las casi constantes meteduras de pata gubernamentales. Lo que está claro es que hay un importante porcentaje de la población española que no votaría a ZP jamás y que siente por él una furiosa antipatía. Ahora bien, eso no significa que el PP gane las elecciones.

De hecho, a pesar de la ligera ventaja del PSOE sobre el PP, la diferencia es mucho más amplia cuando se pregunta sobre la confianza o las expectativas. Por ejemplo, según la encuesta publicada en La Vanguardia, el 48% de los españoles consideran que Zapatero ofrece mucha o bastante confianza frente al 30% de confianza despertada por Rajoy. Vamos, que al gallego no le compran un coche usado. Más. Cuando se les pregunta no a quién votarían sino quién preferirían de presidente, el 54% responde que a Rajoy y el 35% que a Zapatero.

Y la guinda de la tarta: mientras ZP suma, Rajoy resta. El presidente del Gobierno ha fichado a su gran adversario en el liderazgo, José Bono, para ganarse el voto de aquellos electores que consideran a ZP blando frente a terroristas y separatistas. Asimismo, y aunque sabe que Felipe González le desprecia, ZP le quiere en campaña, al igual que a la vieja guardia felipista.

Por contra, Rajoy sigue la línea opuesta. Pretende quitar todo protagonismo a las viejas guardias del partido, especialmente a Aznar y Rato, que le pueden hacer sombra. ¿Y Gallardón? Rajoy le hace esperar.

El problema se plantearía en el caso de que el PSOE ganara en votos pero el PP le adelantara en escaños: ¿quién gobernaría? Según ZP él, porque pedirá al Rey formar Gobierno en el caso de que obtenga un sólo voto más que el PP. Y no olvidemos que el actual presidente del Gobierno sólo tiene una convicción firme: mantenerse en el cargo. Ahora bien, ¿perdería Rajoy la oportunidad de ser presidente del Gobierno, sabedor de que, si no lo consigue, le van a echar? Es decir, los ajustados resultados nos abocan a una crisis institucional de difícil salida. SM el Rey se vería en un buen brete.  

Vamos con la economía, donde conviene analizar equipos. Zapatero ha conseguido, por fin, arrancar a Solbes el compromiso de que seguirá al frente de la economía una legislatura más. Es lo malo conocido. No emprende reformas, eleva la presión fiscal 2 puntos, pero ha aprovechado la bonanza y la "obsesión" por el superávit para recortar 10 puntos de peso de la deuda pública.

Enfrente no hay nadie. Rajoy se ‘calienta' cuando se le pregunta sobre la posible presencia de Rato en el Gobierno. "Que no, que ya ha dicho que se dedicará a la vida privada, si quiere seguimos hablando de este tema, pero no creo que tenga mucho sentido", dijo entrevistado por Intereconomía. Entonces, ¿quién será el hombre fuerte del PP para gestionar los dineros?, le pregunta Hispanidad a Costa. Al responsable de elaborar el programa del PP no pareció gustarle mucho la pregunta. Tras un silencio interminable responde: "No hay nada decidido todavía". O sea, que Costa pretende convertirse en el hombre fuerte de los dineros. Y vale que haya sido el secretario de Estado más joven de la democracia, pero sigue teniendo fama de ‘becario'. Así que la elección se plantea entre el ‘blandiblú' de Costa y el experimentado y aburridísimo Solbes.