• Cobrará 1,5 millones de euros, el menor salario de la gran banca española.
  • Cuatro ampliaciones con cargo a reservas para ofrecer a los accionistas remuneración en títulos.
  • El sistema de 'scrip dividends' ha entrado en periodo de 'reflexión y debate'.
  • Un sistema que no gusta a los analistas y que están abandonando muchas compañías cotizadas
  • El problema es que no deja de ser pan para hoy y hambre para mañana: obliga a generar más recursos para remunerar más papel.

El Banco Popular aborda cuatro ampliaciones de capital con cargo a reservas. De esta manera podrá pagar dividendo en títulos a los accionistas que así lo requieran ('scrip dividends').

El problema es que este sistema, que no gusta a los analistas y al que se lanzaron muchas compañías cotizadas para abandonarlo luego, no deja de ser pan para hoy y hambre para mañana. Lo lógico es que el dividendo sea en metálico y salga de la generación de recursos recurrentes, la propia del negocio. Y dado como evoluciona -a la baja-. El margen de intereses, no sólo del Popular, sino de casi todos los bancos españoles, o sea, a la baja, no parece el mejor momento para dividendar con cargo a reservas.

Es cierto que Ángel Ron (en la imagen) consiguió una ampliación de capital que supuso una práctica refundación del banco. Apuntémoslo en su haber, pero también lo es que a ese éxito tiene que seguir el éxito recurrente del margen financiero y del margen de explotación. Y dividendar en metálico, no en especie.   

Eso sí, sigue siendo el banquero más austero de todos, al menos en materia de salarios. Por debajo de él, los 500.000 euros de Goirigolzarri, pero en el caso del presidente de Bankia, por imperativo legal.

Por su parte, el consejero delegado de la entidad, Francisco Gómez, cobró un total de 956.000 euros y Francisco Aparicio, el secretario del consejo, 713.000 euros. Según el informe anual de retribuciones del banco, de los 17 miembros del consejo sólo el presidente, el Ceo y el secretario perciben sueldo.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com