No, el culpable no es Rodrigo Rato, que lleva dos meses en el cargo, el mérito es de Miguel Blesa.
Por más que la nota oficial de Caja Madrid trata de resaltar el descenso de la mora, lo ciertos es que los resultados de Caja Madrid durante el primer Trimestre no son malos: son pésimos. El margen de explotación ha pasado de 457 a 78 millones de euros, mientras el beneficio bruto (BAI) se despeña un 80% entre el 30-31 de marzo de 2010 y la misma fecha de 2009.
No sólo eso: las dotaciones a fallidos se reducen y el margen de intermediación y todas las rúbricas del negocio típico. Sencillamente, la banca comercial no funciona, lo que lleva al enfrentamiento, ya adelantado por Hispanidad, entre Sánchez Barcoj y Matías Amat.
No, los daños no se pueden colgar a Rodrigo Rato. Seamos justos: el ex director del FMI lleva en la Presidencia desde el 28 de enero, aunque fue en febrero cuando asumió plenos poderes. Poco tiempo para enderezar el rumbo. No, estos pésimos resultados hay que asignárselos a Miguel Blesa.
Ahora bien, llama la atención que, ante una situación contable tan deteriorada, Rato no haya tomado medidas y no haya renovado el equipo directivo, especialmente con el nombramiento de un director general.
Miriam Prat
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