El Vaticano se muestra expectante, aunque estudia excomulgar al sacerdote y a los obispos ordenantes.
Aunque parecía que se estaban dando pasos para normalizar la situación de la Iglesia católica en China, los hechos demuestran lo contrario. Las autoridades chinas han procedido a la ordenación episcopal del sacerdote Joseph Guo Jincai como obispo de Chendge, en la provincia de Hebei.
La agencia de noticias Zenit informa del comunicado de la Santa Sede en el que se muestra el desacuerdo, así como se estudia los siguientes pasos ante esta situación. Dicha ordenación ha sido conferida sin el mandato apostólico y, por ello, representa una dolorosa herida a la comunión eclesial y una grave violación de la disciplina católica, afirma el comunicado vaticano.
La Iglesia también ha informado de que las autoridades chinas han sometido a diversas presiones a los obispos ordenantes, lo que constituye una grave violación de la libertad religiosa. Es un hecho más dentro de la persecución religiosa que viven los católicos en China y del que también informa la organización Ayuda a la Iglesia Necesitada en su informe del 2010 sobre la libertad religiosa.
Andrés Velázquez
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