Sr. Director: 

 

La belicosidad agresiva se extingue con el retiro del último boxeador; un tertuliano declina opinar de un tema aduciendo que no sabe nada al respecto; las huellas dactilares se toman sólo para no confundir a los bebés en las clínicas; los terremotos en cualquier lugar del mundo no causan sino daños materiales.

Se decide retirar todos los controles antes de volar, porque ya no hay amenazas; los ejércitos comienzan a jubilar anticipadamente por ausencia de conflictos; la industria bélica se reconvierte en tecnologías educativas de máximo consumo; los políticos comienzan a ser desconocidos por la normalidad de la vida social; el mundo se vuelca económicamente para el desarrollo del continente africano; la esperanza de vida se incrementa a escala mundial hasta los cien años; el hambre sólo aparece en algunas desaconsejadas dietas de adelgazamiento.

Se inaugura el primer museo sobre la guerra para que los jóvenes sepan lo que fue; el prestigio internacional se busca mediante éxitos científicos para ser compartidos; las únicas contiendas individuales o colectivas que restan son las deportivas; la inmigración se confunde con la libertad de viajar y el turismo de larga duración; las armas nucleares se desactivan y exponen en plazas públicas como memoria.

La enseñanza obligatoria gratuita se extiende hasta los 18 años en todo el mundo; primer destino turístico: La pacífica Tierra Santa de las 3 religiones monoteístas; desaparecen los accidentes laborables o de tráfico con víctimas mortales; las artes y las ciencias son los temas de máximo interés de todas las audiencias; la salud, la educación y la asistencia social acaparan casi todos los presupuestos; se instituye el derecho universal a la vivienda a partir de la mayoría de edad.

Se extinguen enfermedades históricas, como difteria, paludismo, cólera, SIDA,…; las drogas quedan como un asunto exclusivo de los farmacéuticos; las fronteras se desvanecen y surge el coleccionismo de los caducos pasaportes; la educación se convierte en la mayor industria planetaria.

 

Muchos estamos trabajando por hacer posibles todos estos sucesos. Cada vez falta menos.

Mikel Agirregabiria

kideak@agoranet.es