Protegen el comercio local

Es verdad que los hipermercados maltratan al trabajador. Todavía permanecen los contratos por horas en los que los gerentes de los hiper tienen a las cajeras esperando para sacarlas cuando haya puntas de demanda y hacerlas contratos por horas. Una esclavitud laboral sin nombre.

También es verdad que ya no existen diferencias sustanciales de precios. La diferencia ahora se mide en horarios. Y los hiper son los que más presionan para abrir los domingos, algo a lo que –como hemos informado- se ha opuesto Mercadona, que defiende el derecho de los trabajadores a tomarse una paella los domingos.

Y por supuesto, los hiper suponen una amenaza para el comercio local y pequeño. Quizás sea esto último lo que haya hecho coincidir a todos los nacionalistas. Curiosamente, fue la Generalitat catalana la que inició las moratorias de los hiper. Pues bien, según publica este lunes la prensa económica, Nafarroa Bai y Unió Mallorquina llevan en sus programas de alianza con el PSOE mayores restricciones para las grandes superficies. Resulta curiosa la coincidencia. Pero finalmente ocurre que los partidos nacionalistas terminan sustentados por la pequeña oligarquía comerciante local. En Cataluña, pero también en Baleares y Navarra. No tiene otra explicación.