Sr. Director:
No sólo Gramsci desató en su día una propaganda contra la familia. Su lema: "Menos hijos: más bienestar", ha producido sus frutos en todo el orbe: anticoncepción, aborto, hijos únicos egoístas, divorcio…
La familia es y será el elemento de cohesión individual y colectiva. Sólo aquel que ha vivido en un seno familiar sano es después capaz de afrontar sus responsabilidades sociales fiel y armónicamente.El que proviene de una familia rota o en la que reina el egoísmo nunca aportará nada bueno. Hombres individualistas y polémicos, obradores del mal, son consecuencia de la falta de moral y trascendencia en la vida de quienes los criaron.
La vuelta a los valores de Evangelio para hacer de nuestros hijos amadores de Dios y del prójimo, pueden salvar a la humanidad corrompida bajo el peso del fraude intelectual de sus propagandistas: ésos que buscan hacer al hombre desgraciado privándole de aquello para lo que fue creado: para dar y conocer el amor.
Eva Nordbeck
margar25@gmail.com