Sr. Director:
A finales de diciembre leía un informe que comenzaba con las estadísticas de bodas y de rupturas matrimoniales en España en el último decenio (1999-2008).

 

Resulta que la nupcialidad ha bajado un 20% y la divorcialidad ha subido un 380%. Un estudio británico, utilizado por The Family Watch para elaborar su informe, estima cuánto cuestan en total a aquel país las rupturas conyugales: el equivalente de 22.000 a 26.600 millones de euros al año, o 750-900 euros por contribuyente. Los subsidios públicos necesarios para mantener a una familia monoparental oscilan entre 4.400 y 16.600 euros anuales.

Entre otras cosas para aliviar la factura social de la desintegración familiar, el informe hace tres propuestas:

1) Diseñar las políticas familiares a partir de los datos que proporcionan la psicología, la medicina, la sociología, la economía, etc., para desideologizar el debate sobre políticas familiares en busca del consenso más ampliamente posible.

2) Poner en marcha medidas para prevenir las crisis familiares, como el refuerzo de los servicios de mediación.

3) Revisar el marco legal del matrimonio civil en España, con objeto de favorecer la estabilidad.

Se trata en definitiva, dice The Family Watch, de concentrarse en fomentar lo que funciona, que a la vez resulta ser, según las encuestas, el ideal de la mayoría.

JD Mez Madrid