Mientras, Mediapro no sale de la suspensión de pagos y afronta la renovación de los derechos de fútbol y de Fórmula 1.
Insistimos: últimamente son muchos los españoles que aterrizan en el aeropuerto de Doha (Qatar), todos ellos en busca del maná necesario para capitalizar sus compañías. Y es que Qatar se ha convertido en el emirato árabe más occidental, tan occidental que colabora en la coalición internacional que bombardea a Gadafi.
Y es que Mediapro-La Sexta, el grupo mediático del Zapatero y Carme Chacón, tiene muchos frentes abiertos. La propia Mediaproducción, mientras Mediapro está en suspensión de pagos. Además, los mexicanos de Televisa (40%) insisten en marcharse y no están dispuestos a esperar a una hipotética salida a bolsa, algo que no sería posible hasta 2013.
Las relaciones de Mediapro con Al Yazira siempre han sido estupendas. Tanto es así que la productora tiene alquilado a los cataríes su sede en Madrid. De hecho, la instrumental propietaria del imperio -que acaba de repatriarse del semiparaíso fiscal holandés a España, por aquello de ser buenos ciudadanos- pertenece a tres socios: Jaume Roures, Tatxo Benet y Gerard Romy. Es éste último quien ha llevado siempre las relaciones con los árabes, uno de sus mejores clientes en materia de retrasmisiones deportivas y a quien Romy les trata con mimo y delicadeza. Ahora bien, que acepten entrar en el accionariado de La Sexta ya es otra cuestión.
Por ahora, pierden el pleito sobre los derechos del fútbol con PRISA, y contando intereses, según el ex grupo Polanco, hoy grupo Liberty, ya les adeudan 140 millones de euros. Por si fuera poco afrontan la renovación de los susodichos derechos y los de retransmisión de la Fórmula 1.
Si Qatar no pone dinero esto no lo arregla ni su amiga Carme Chacón convertida en presidenta del Gobierno.
Eulogio López
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