Según Mas, la Generalitat, a partir de ahora tiene las manos libres para negociar otros proyectos, incluso cambiar las condiciones a Adelson. Mas ha sacado pecho y ha afirmado que no se va a "hundir el mundo" porque el macrocompleto dedicado al juego que albergará 12 hoteles 6 casinos termine en Madrid.
No le falta razón, son muchos los madrileños de diversas ideologías que contemplan con horror la llegada de Sheldon Adelson a Madrid, por la corrupción y la degradación que acompañan a este tipo de instalaciones: ludopatía, prostitución, blanqueo de dinero…, amén del terrible precedente que puede crear aceptar las peticiones de Las Vegas Sand, que ha solicitado una modificación de las condiciones laborales y de legislación adecuada a sus necesidades: modificación de normas antitabaco, exención de impuestos durante una década, saltarse a la torera las normas de contratación fijadas para el resto de los empresarios españoles.
Y todo a cambio de invertir 15.000 millones de dólares en España. Resulta muy ilustrativa, por su objetividad, la entrevista que hizo Religión en libertad al obispo de Getafe, donde reconocía que Eurovegas tiene una fachada atractiva, pero dentro sólo se vislumbra podredumbre, y alertaba del gravísimo peligro para los ciudadanos y sus familias que supone la existencia de un centro de juego como éste en un momento de crisis como la actual "en España el juego hasta ahora estaba bastante controlado, así que en nuestro país no somos conscientes de la gravedad de este asunto. Pero esta propuesta llega ahora, en plena crisis, con todo este paro, como un señuelo. El jugador sueña con un golpe de suerte, esa fantasía irreal de ganar dinero sin esfuerzo, cae en la vorágine del no saber parar. Y eso al final termina dañando a los más vulnerables".
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com