El Gobernador interviene directamente en el Informe de Coyuntura y humilla a los técnicos del Instituto. El presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, se mofó de él durante su primera comparecencia en Francfort. En el Banco de España, se considera que la prueba del nueve de MAFO llegará cuando se produzca el ataque contra el presidente del BBVA, Francisco González
Fue al Banco Central Europeo (BCE) a presentarse como nuevo gobernador del Banco de España. Mera visita de cortesía, pero el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, prepotente como buen francés, se encargó de bajarle a la tierra. ¿Fernández? ¿Ordóñez? ¿No te llaman MAFO?
El Gobernador del Banco de España volvió hecho una hidra de su bautismo paneuropeo. Advirtió a gritos siempre lo hace, en todos los cargos que ocupa- que no toleraría que nadie le llamara MAFO y acentuó su costumbre de humillar a los distintos cuerpos que componen la entidad, especialmente a los inspectores y a los miembros del Servicio de Estudios. A día de hoy, el instituto supervisor reina un clima de terror.
La frase que más se escucha entre el personal del Banco de España es la siguiente: va a hacer bueno a Caruana. Miguel Ángel Fernández Ordóñez ha cambiado todo el esquema de poder en el instituto emisor. Como ya publicamos en su día, el gran cambio introducido por el ex secretario de Estado de Hacienda, el primer gobernador con carnet de partido, consistió en enviar de viaje al subgobernador José Viñals. Tradicionalmente, era el subgobernador quien llevaba el día a día, el verdadero consejero delegado de la institución, y el gobernador quien está presente en todos los foros internacionales. Pues bien, ahora es justamente al revés. Y si MAFO no orilla aún más a Viñals es porque sabe el afecto que siente por él el vicepresidente Pedro Solbes.
Detalles de esta supervisión constante y creativa como alguien la calificó, de MAFO es que el gobernador llame, directamente, a los redactores del Informe de Coyuntura, la obra más leída del Servicio de Estudios, porque, a fin en cuentas, de forma indirecta es la que pone nota ala política económica del Gobierno. No sólo eso, MAFO llama a los redactores y luego, en la comisión correspondiente, les abronca con una de sus frases favoritas: ¡Esto no es lo que yo pedí!. O sea como George Bush tras el 11-S. Devolvió sus informes por incorrectos hasta que le dijeron lo que quería oír, que detrás de los atentados contra la Torres Gemelas y el Pentágono estaba Sadam Husein.
No es extraño que la frase que más se escucha entre el personal del Banco de España es la siguiente: va a hacer bueno a Caruana. Hasta en lo referente al Servicio de Inspección, con quien el hombre nombrado por Rato sólo tuvo conflictos. El esquema de inspección bancaria está muy estratificado, por lo que son difíciles los enfrentamientos entre los supervisores de entidades y sus mandos pero, al mismo tiempo, ese esquema quien permite una mayor discrecionalidad al gobernador y al subgobernador, que tras muchos escalones pueden interpretar las conclusiones de los equipos de inspectores de muchas maneras.
Ahora bien, la forma de influencia más aplastante del gobernador y del subgobernador, en este caso sólo del gobernador, en un banco o caja de ahorros es a posteriori. En otras palabras, en el cuerpo de inspectores se está a la espera de ver cómo actúa MAFO cuando se produzca, que se producirá, el ataque contra Francisco González (en el PSOE no dejan de precisar que el Gobierno no tiene nada contra el BBVA, sólo contra su presidente). O un ataque, o la aceptación de una fusión internacional, que es la salida que FG contempla para salvar el puesto. Porque ahí sí que el Banco de España tiene mucho que decir.
Por cierto, hablando de la principal amenaza para el BBVA, que no es otra que el Santander de Emilio Botín, la actitud del supervisor es justo la contraria. Botín goza de la protección y alianza del Gobierno Zapatero.
Además, no conviene olvidar que el nacionalismo vasco exige a Zapatero la vasquización del BBVA, es decir, lo que ellos consideran recuperar la entidad como requisito para cerrar una alianza PSOE-PNV
Pues bien, cuando se produzca alguna de estas hipótesis, o toda a la vez, comprobaremos el grado de politización de una entidad dirigida por el primer gobernador con carnet.