Hace 20 años, los lagos de leche y las montañas de mantequilla de Francia eran conocidos como los cañones del Elíseo. Y resultaban más eficaces que un misil para doblegar al contrario por la parte más dolorosa de su anatomía: la cartera. Pues bien, el rey de Marruecos, Mohamed VI, tiene proyectiles negros, pobres subsaharianos, que arroja contra las verjas de Ceuta y Melilla. Los va reclutando mientras llegan tras un largo periplo africano, Sahara incluido, vía Argelia o Mauritania, y los conduce amigablemente hasta la verja de las dos plazas españolas del continente africano. Cuando ya ha reclutado a unos centenares, comienza la diversión.
Es como cuando, allá por la guerra fría, los estrategas de la OTAN presagiaban que se iba a producir el choque: un incendio en Berlín Oeste, bomberos de la Alemania democrática que pasaban al otro lado con el filantrópico deseo de ayudar. Luego llegan servicios sanitarios, policías, soldados
Pero el mundo ha cambiado. Ahora no. Ahora Mohamed VI nos dispara con subsaharianos, pobres miserables, dispuestos a todo con tal de entrar en Europa. Lo que ocurrió en la madrugada del jueves en Ceuta era de lo más lógico : como la Guardia Civil repelía a la mayoría, y estos volvían a Marruecos, los gendarmes de Mohamed decidieron disparar a matar. Y mataron.
Pero el espectáculo, naturalmente, no estaba ahí: el espectáculo estaba en Madrid. Mientras los ministros de Zapatero y los de Driss Yetú se entrevistaban en Andalucía, la prensa oficial marroquí calumniaba la Guardia Civil afirmando que eran ellos los que habían matado a los inmigrantes. Pero hombre, si los policías españoles hubieran disparado, lo normal es que Zapatero los hubiera fusilado al amanecer.
Pero no hacía falta que nos insultaran los miembros del tirano Mohamed: de eso ya se encargaba el titular de Interior y el de Exteriores, Alonso y Moratinos. El propio Alonso, cariacontecido, afirmaba que Marruecos estaba colaborando con todas sus fuerzas contra la inmigración ilegal, ante la que ya no se sabe qué pensar: ¿El Gobierno español está vendido a Marruecos o es simplemente idiota? ¿Se trata de entregarles Ceuta y Melilla a cambio de que Rabat vigile, o no fomente, otro 11-M? ¿Zapatero es tonto o es un traidor?
¿Marruecos colabora con España en la inmigración ilegal? Entonces, por qué permite a pobres africanos transitar libremente por todo el país (sin proporcionarles ayuda alguna, claro está), de sur a norte, hasta la valla de Melilla. ¿Cree de verdad Zapatero que alguien, aún con la ayuda de los medios oficiales y de Polanco puede tragarse la memez de que Mohamed VI nos ama? No, lo que hace el tirano de Marruecos es lanzar proyectiles negros, utiliza la miseria como arma política, en este caso expansionista. Contra miserable como Mohamed VI sólo es posible la firmeza, la firmeza militar y la firmeza de no relacionar esos episodios con las políticas migratorias, que son otra cuestión. Esto es una pura utilización de los miserables, por un miserable, a la vista de un presidente débil, permanentemente chantajeado por una masacre colectiva, la del 11-M, que le catapultó a la Moncloa.
En la mañana del viernes los policías marroquíes frenaban nuevas avalanchas en Ceuta como muestra de buena voluntad, una buena voluntad que les puede durar hasta una semana
Eulogio López