Sr. Director:
Una gallega ha sido sancionada con 6000 euros por ensañarse con su burro. Sin embargo, a diario, y sin que constituya motivo de alarma, otra especie es objeto de tortura hasta la muerte: amputaciones, quemaduras, asfixia, decapitación...
En efecto, los sistemas abortivos practicados en los niños no nacidos se ejercen sangrienta y cruelmente bajo el beneplácito de una ley injusta. Injusta también porque construye, paso a paso, el estancamiento del progreso humano, privado para siempre de la aportación de científicos, pensadores, literatos, educadores, descubridores, artistas y representantes de todo el elenco profesional que edifica a la familia humana.
Futuros hombres y mujeres que hoy, sólo son restos de pequeños cadáveres desechados, cuando fueron pensados por Dios como patrimonio común de toda la humanidad.
Eva Nordbeck
evan@auna.com