• Y más. Pakistán: un cristiano condenado a cadena perpetua por un supuesto SMS blasfemo.
  • Pakistán: la justicia se mueve en el caso de tres mujeres cristianas despojadas de sus ropas y humilladas.
  • España: detienen a cuatro jóvenes sospechosos de provocar un incendio en la parroquia del Carmen de Vinaroz.
La persecución a los cristianos en Pakistán y la India se recrudece. En la India, una monja de 28 años, de las franciscanas misioneras de san José, originaria del distrito de Kandhamal, fue secuestrada y violada por más de un hombre durante una semana, entre el 5 y el 11 de julio. El suceso tuvo lugar en el área de Bamunigam, a 250 kilómetros al sur de Bhubaneswar. La religiosa, que realizaba los estudios universitarios en Chennai, en Tamil Nadu, había vuelto a Orissa al conocer la noticia de que su madre estaba gravemente enferma. Sin embargo, en el viaje la tomaron a la fuerza algunos primos y amigos que después la violaron, informa Fides.

Pero las violencias no acaban aquí: otro episodio ha desatado escepticismo y sospechas. Se trata de la muerte de un pastor protestante, médico y misionero de la 'Blessing Youth Mission', el doctor Jaishankar, 45 años, cuyo cuerpo fue encontrado el 14 de julio en un río cerca de Jeypore, en Orissa. El médico había desaparecido el 11 de julio, mientras estaba iba de viaje de Jeypore a Lamtaput. Según las primeras reconstrucciones, el ciclomotor en el que viajaba podría haber sido cubierto por una inundación, mientras atravesaba el puente del río. Pero es necesario recordar que el área está repleta de rebeldes naxalistas y la policía no excluye que puedan haber sido ellos los responsables de la muerte, considerando algunos signos presentes en el cadáver. El pastor vivía en Bhopal junto a su familia, su mujer Florence y dos hijos de 15 y 7 años.

"La violencia ataca de nuevo los cristianos en Orissa. A menudo, los responsables son grupos fundamentalistas hindúes que no ven bien a los cristianos. Como Iglesia estamos insistiendo con el gobierno para garantizar la seguridad los ciudadanos de la fe cristiana": con estas palabras explica a la agencia Fides, su Exc. Thiruthalil Thomas, CM, del orden de los Vicentinos, Obispo de Balasore en Orissa y Presidente de la Conferencia Episcopal, esos dos últimos episodios recientes que confirman el sufrimiento de la comunidad cristiana en Orissa: la muerte de un pastor protestante cristiano y la violación de una religiosa.

Tras señalar que se espera que la investigación asegure quienes son los autores y el modo de la violencia, el Obispo dice: "La violencia es siempre condenable. Los cristianos son víctimas, a menudo acusados de tratar de convertir a la población. El hecho es que nuestra gente es vulnerable e indefensa. El gobierno debe garantizar el cumplimiento de la ley. Este es nuestro primer punto de acción. En segundo lugar, como Iglesia estamos en diálogo con todos los sectores de la sociedad y, especialmente, con los hindúes, para comprender que los cristianos sólo quieren la paz y la armonía".

Mientras, en Pakistán, Sajjad Masih Gill, un joven cristiano de 28 años, residente en Pakpatan, ha sido condenado por supuesta blasfemia por SMS -en virtud de la injusta ley de blasfemia- a cadena perpetua y a una multa de 200.000 rupias (unos 2.000 dólares) por un Tribunal de Primera Instancia en Gojra (Punjab). El veredicto fue emitido el 13 de julio, informa también Fides.

En declaraciones a Fides, el abogado católico Nadeem Anthony, que ha seguido el caso, comenta que "ha sido del todo inesperado que el juez haya pronunciado un veredicto como éste, condenando a Masih, porque no hay pruebas en su contra". Además, sostiene el abogado defensor de Gill, Javed Chaudhry Sahotra, los agentes de policía que registraron la denuncia y trataron el caso no eran competentes para indagar sobre un caso de blasfemia ya que sólo los inspectores de un cierto grado pueden hacerlo, por lo que todo el procedimiento resultaría nulo. No obstante estas lagunas, el juez ha condenado a Gill a cadena perpetua. Los abogados defensores han anunciado el recurso de casación ante el Tribunal Supremo, en el segundo grado de juicio.  La comunidad cristiana Adventista del Séptimo día esta reunida en oración por Gill, por su familia y por todas las víctimas inocentes de la ley de blasfemia.

Pero la persecución a los cristianos en Pakistán nos recuerda otro episodio reciente. En el caso de tres mujeres cristianas despojadas de sus ropas, humilladas y escarnecidas por unos musulmanes en Kasur -un mes después del episodio que se produjo el 3 de junio, que causó estupor e indignación en Pakistán- la justicia finalmente se ha movido. Según la información de la agencia Fides, después de la presión y las protestas de las comunidades cristianas y la sociedad civil, después de los fuertes llamamientos a la política y las instituciones, la Alta Corte de Lahore ha tomado nota de la cuestión y ha enviado un juez de distrito a Kasur para investigar el incidente. El juez tendrá la tarea de presentar un informe dentro de dos semanas. A ver qué pasa.

También en España se persigue a los cristianos

Aunque no hay que irse a países lejanos para encontrar episodios de persecución a los cristianos. El martes 15 de julio la Guardia Civil comunicó la detención de 4 jóvenes acusados de incendiar la iglesia del Carmen de Vinaroz (Castellón). La agresión tuvo lugar el pasado 5 de julio, informa Religión en Libertad.

El párroco presentó la correspondiente denuncia e informó de los cuantiosos daños sufridos en el mobiliario y en distintas imágenes sagradas del templo, como se ve en la siguiente foto publicada en Las Provincias. La Guardia Civil ha explicado que según los indicios obtenidos, el incendio no formaba parte de ningún ritual de secta organizada o satánica. Aunque las autoridades no lo han comentado, se deduce que la causa ha de ser mero gamberrismo, cristianofobia violenta pura y dura o militancia antisistema: o todo junto.

Urgen oraciones por los cristianos perseguidos, para que Dios les conceda la fortaleza necesaria y la capacidad de perdonar, lo que no quita para que la justicia humana deba actuar con todo el peso de la ley para castigar a los responsables.

José Ángel Gutiérrez

joseangel@hispanidad.com