- El informe descubre la habitual contradicción del trío Bruselas-FMI-BCE: el paro es inadmisible pero la banca debe afianzarse primero y prestar después: ¿En qué quedamos
- Su juicio sobre el sector: sobresaliente en liquidez, notable en solvencia... y poca atención a la morosidad.
- La mora, la clave del negocio bancario, la despacha con una exigencia de que se mantenga el control de la calidad de los activos bancarios. Sólo faltaba...
- Los mandamientos del NOM siguen vigentes: la Troika está empeñada en culminar la desaparición de las cajas.
- En resumen: nuevamente Bruselas se rasga las vestiduras por el desempleo pero antepone la solvencia bancaria a los problemas de la economía real.
Esto de que nos hayan prestado dinero tiene sus inconvenientes -y ninguna ventaja-. Ahora, la Troika (Comisión Europea, BCE y FMI) tiene que evaluar periódicamente a la banca española, tras haberle prestado 40.000 millones de euros para reflotar las tres entidades nacionalizadas. Un dinero que hay que devolver al 0,5% de interés pero dejemos eso.
El caso es que el informe de la Troika -que a estos efectos lidera el español Joaquín Almunia- no dice nada nuevo: incide en los tópicos habituales. Asegura que la banca española va bien de liquidez -la que nos han dado- de solvencia o capitalización -la que nos han dado- pero que el Estado español debe seguir vigilando la calidad de los activos, es decir, la morosidad. No, si te parece.
Incluso parece 'ligeramente chocante' que se hable de la liquidez de los bancos al tiempo que de la cerrazón del crédito a la economía real. En efecto, a los bancos españoles se les presta, pero ellos no prestan a los particulares. Pues qué bien.
Quizás lo más importante sea que la Troika confirma que la burbuja inmobiliaria todavía no ha pinchado o, si lo prefieren, sigue manteniendo aherrojado al sector bancario e impidiendo que fluya el crédito hacia familias y empresas. No se entienden las alabanzas a la SAREB cuando el banco malo, por el momento, no ha contribuido a normalizar el sector inmobiliario y, por tanto, el bancario.
Y por cierto, los mandamientos del Nuevo Orden Mundial (NOM), versión financiera, sigue adelante: la Troika certifica que las cajas de ahorros deben desaparecer.
En resumen: nuevamente Bruselas se rasga las vestiduras por el desempleo pero antepone la solvencia bancaria a los problemas de la economía real. Curioso: por una parte se repite que debe fluir el crédito para que la economía crezca y se cree empleo. Por otro, se considera que la prioridad de políticos y banqueros deber ser la banca y no la economía real. ¿Entonces
La respuesta la dan los hechos. Al mismo tiempo que la Troika pregonaba sus soserías: el crédito se derrumbó en abril, un 9%.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com