Según el Instituto Nacional de Estadística, en concreto según su informe titulado Movimiento natural de la Población, la tasa de natalidad en España se sitúa ya en el 1,33 hijos por mujer en edad fértil). Muchos han recibido con alborozo que la tasa de natalidad, conseguida gracias a los inmigrantes, que son lo que más hijos tienen en España, recupere los niveles de los años 90.
Ahora bien, quizás este optimismo resulta algo precipitado. Lo cierto es que la tasa de reposición, la necesaria para mantener la pirámide demográfica y la relación entre jóvenes y ancianos, que es el fundamento de una sana demografía, y por tanto de una sana economía, se logra a partir de una tasa de 2,1. Insistimos, hablamos de mera reposición. Cuidado con los entusiasmos.