Cinco días después de la marcha por la vida, El País pareció encontrar por casualidad su particular Hipatia en versión siglo XXI. El antes independiente de la mañana publicó el 22 de octubre un artículo titulado Feroz resistencia al aborto legal en América Latina. Soledad Gallego-Díaz, directora adjunta del periódico, encabezaba su crónica con enternecedoras historias de madres que querían matar a sus hijos porque ya tenían suficiente con uno. Pero hay más, en este artículo desapasionado la periodista afirmaba lo siguiente: la campaña desatada este mes por el obispo de Tucumán (Argentina) que envió a sus fanatizados fieles a insultar y atacar a las 20.000 participantes en el XXIII Encuentro de Mujeres, porque exigían que pusieran en marcha la ley federal que garantiza el reparto gratuito de anticonceptivos.
Alfa y Omega desvela este jueves lo que realmente ocurrió y apoya con imágenes su crónica. La versión de las pobres feministas frente a los feroces cristianos (por tanto, intolerantes y fanáticos religiosos) se viene abajo.