El nuevo equipo de la SEPI (organismo que grupa a las empresas públicas españolas), y que dirige Enrique Martínez Robles, todavía no ha liberado ni uno sólo de los 85 millones de euros que aún espera el Grupo Marsans del erario público español para seguir gestionando Aerolíneas Argentinas. Con esa cantidad se completarían los 758 millones de dólares que el Gobierno español del PP concedió a Viajes Marsans (es decir, a los empresarios Gonzalo Pascual, Gerardo Díaz y Antonio Mata, este último actual presidente de Aerolíneas), para reflotar la compañía.

 

La actual SEPI, regida por el PSOE, no parece, sin embargo, dispuesta a investigar esta privatización, que está en los tribunales argentinos y que provocará la impugnación de las cuentas de Aerolíneas por el propio Estado argentino, ante la sospecha de irregularidades en el empleo del dinero público concedido al Grupo Marsans. Lo cierto es que, estando en la oposición, y a través del actual ministro de Trabajo, Jesús Caldera, así como de los diputados Arancha Mendizábal y José Segura, el PSOE no dejó de hacer preguntas al Gobierno del Partido Popular sobre la privatización de Aerolíneas. Y aunque esas preguntas no fueron respondidas, la nueva Dirección de SEPI afirma que en principio no se investigará la privatización de Aerolíneas, sino que se esperará a lo que diga el Tribunal de Cuentas y la Intervención General del Estado. Es decir, que nos enteraremos tarde y mal de lo ocurrido.