• Sólo que el BBVA, cabeza de serie de los bancos acreedores, se lo está poniendo difícil.
  • Y los bodegueros de Faustino también.
  • Francisco González pretendía que Caixabank, que ya capitalizó el 5% de B-1998, asumiera más participación en la instrumental que controla el 50% de FCC.
  • Además, se han enfriado las negociaciones con Soros y Guggenheim para entrar en la empresa de Esther Koplowitz.
  • No obstante, los bancos acreedores no han ejecutado: esperan una solución.
  • Mientras tanto, FCC anuncia una nueva ampliación de capital. Todavía no sabemos ni el importe ni las condiciones.

El Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA), presidido por Francisco González (FG), se lo está poniendo difícil a Esther Koplowitz (en la imagen) para refinanciar la deuda de su patrimonial B-1998, que controla el 50% de FCC.

El caso es que Esther Koplowitz precisa refinanciar 937 millones de euros, deuda adherida a B-1998, de la que Koplowitz posee un 89%. Pero FG, el duro de Chantada, amenaza con ejecutar si no hay nueva entrada de dinero fresco y, por supuesto, se niega a capitalizar deuda, el concepto de moda.

De hecho, Caixabank sí lo hizo: capitalizó deuda de los Aguinaga y se quedó con un 5% de B-1998, un alivio para Koplowitz. El BBVA, cabeza de serie junto a Bankia en la deuda de B-1998, pretendía que Caixabank asumiera más deuda y/o que aumentará su participación, pero la entidad de Isidro Fainé se niega. Ellos ya han hecho un esfuerzo.

Además, Bodegas Faustino exige que Esther Koplowitz adquiera su 5% de la patrimonial.

Otra dificultad: las negociaciones para que George Soros y el fondo Guggenheim compren hasta un 40% de B-1998 se han enfriado.

Pero no todo debe resultar tan negro en la reestructuración de la deuda de la patrimonial. De hecho, los bancos no han optado por ejecutar aunque ya pueden hacerlo, por cuanto venció el plazo el día 15.

En cualquier caso, la actitud de Francisco González contraviene la idea de las nuevas normativas -son varias- puestas en marcha por el ministro de Economía, Luis de Guindos, que pretende que las refinanciaciones y, si las cosas van a peor los concursos de acreedores, no terminen con la liquidación de una empresa. Y más de una empresa como FCC, que está cubriendo con éxito una reconversión difícil por mor de lo de siempre: el endeudamiento. Al parecer, el BBVA no piensa como Guindos.  

En paralelo, FCC nombraba a los bancos que dirigirán la ampliación de capital de la compañía. No sabemos ni el importe ni las condiciones, pero podemos hacer números. Esther Koplowitz está dispuesta a bajar la participación de B-1998 del 89 al 50% y, lo que es más relevante, la participación en FCC. Ahora mismo posee un 50% y está dispuesta a rebajar esa participación, siempre que quede por encima del 30%. La razón es sencilla: si alguien quiere hacerse con el control de una empresa siempre que supere le 30% -que es lo que tendrá el accionista de referencia en FCC- debería lanzar una opa por la totalidad del capital.

Ese es el esquema siempre que, por supuesto, se llegue a un acuerdo en la otra refinanciación, la de B-1998, la clave de la empresa familiar que es FCC.

Eulogio López  

eulogio@hispanidad.com