Según Miguel Sebastián, el Gobierno trabaja para que no se repitan estos incrementos.
Después de que el precio de la luz haya subido un 40% en los últimos cinco años, es todo un consuelo que el ministro de Industria afirme el Gobierno está trabajando para que no se repitan los incrementos del precio de la electricidad. Pero lo malo es que sus palabras suenan a flatus vocis, es decir, palabras vacías, sin contenido.
Y es que no es del todo falso que la subida de la luz sea por responsabilidad (por necesidad, creo que para los millones de españoles que la usan, ciertamente no es necesario subir el precio). Esta responsabilidad se deriva de que no subirla a los precios reales lo único que conlleva es postergar una deuda para que la tengan que pagar nuestros hijos. Es decir, mientras los precios están congelados, el Estado se está endeudando con las eléctricas y cuanto más lo haga, más habrá que pagar después, por lo que quizás ahora no notemos la subida, pero lo haremos más tarde.
Pero no está ahí el problema. El tema en cuestión es si los españoles estamos dispuestos a seguir pagando una electricidad que nos cuesta muy cara debido a la política del Gobierno de no generar energía nuclear (curiosamente la misma que compramos a Francia), por otra energía supuestamente más limpia, como la renovable pero que es mucho más cara en su obtención.
Mientras esto siga así, la electricidad seguirá subiendo, y es mejor que suba poco a poco que de un día para otro suba un 40%. Lo que hay que preguntarse es si no será bueno cambiar las políticas para la obtención de esa energía.
Juan María Piñero
juanma@hispanidad.com
