- Filialización y jibarización: se ha potenciado Enersis, con destino a la venta, por lo que Borja Prado ha salvado la presidencia, pero sólo temporalmente.
- Los siguientes pasos de italianización será la exclusión de Endesa de la Bolsa de Madrid y la temida reducción de personal.
- Los sindicatos temen que, tras la venta de Enersis y el cada vez mayor control desde Roma, sea inevitable la ejecución de un ERE.
En su día, los italianos de ENEL tuvieron dudas acerca del destino final de la española Endesa, que controlan desde febrero de 2009. Las dudas incluían a la filial iberoamericana Enersis (Endesa Chile). ¿La disyuntiva: vender Endesa y quedarse con Enersis, o vender Enersis y quedarse con Endesa.
Pues bien, tras los últimos movimientos, parece claro que la eléctrica que lidera Fulvio Conti se ha decidido por la segunda opción: vender Enersis y quedarse con Endesa. Lo cierto es que era, en la práctica, la única opción, ya que la filial chilena es la joya de la corona y la eléctrica más importante de Iberoamérica, mientras que la española es menos vendible, sobre todo ahora, con una demanda energética en horas bajas en nuestro país. El caso es que Conti necesita vender: está asfixiado por la deuda.
Así las cosas, los italianos se están dedicando a vaciar Endesa para llenar Enersis, con vistas a su venta, y en ese proceso, Borja Prado (en la imagen) mantiene la presidencia de Endesa, pero sólo de manera temporal, ya que la última apuesta de ENEL es sustituirlo por un hombre que conoce de sobra el negocio: José Bogas.
Pero volvamos a la italianización de la compañía. Además de instar a los empleados a recibir clases de italiano, el siguiente paso será la exclusión de Endesa de la Bolsa de Madrid. Lo peor, sin embargo, vendrá después, y será una consecuencia de haber empequeñecido la compañía: la reducción de personal.
Miriam Prat
miriam@hispanidad.com