La Asociación Española Cuba en Transición (AECET) lamenta que Fidel Castro haya decidido finalmente no asistir a la Cumbre Iberoamericana. Como ya hemos informado, la AECET tenía presentado presentar una denuncia ante la Audiencia Nacional (AN) junto a la Unión Liberal Cubana.
En vista de que el pájaro se queda en su jaula, los promotores de la denuncia han decidido esperar a tener la denuncia mejor argumentada jurídicamente para que resulte incontestable. En todo caso, la presentarán en los próximos días y permanecerá como espada de Damocles cada vez que Castro entre en tierras españolas. Eso, siempre que la interpretación que la AN haga de la sentencia del Tribunal Constitucional que establece la universalidad de la justicia española lo permita (ver confidencial de ayer)
Por otra parte, las explicaciones ofrecidas por la dictadura castrista para justificar la inasistencia de Castro, resultan un tanto ridículas. Pero Castro ya ha obtenido lo que ha querido : Una condena del bloqueo norteamericano cuando las inversiones extranjeras no paran de fluir y los turistas crecen día a día. En todo caso, conviene recordar que el nunca suficientemente bien ponderado secretario general permanente de las cumbres, Enrique Iglesias, se mostró contrario a que en la cumbre hubiera una declaración en defensa de los derechos humanos y la democratización en la isla.
Pero Fidel está muy ocupado con las labores de reconstrucción en Centroamérica y Pakistán. O más bien asustado, porque no quiere acabar sus días como lo hiciera Pinochet.