Remite una carta al juez con el detalle de todas sus fechorías Pocas veces se ve un mea culpa como el que hemos visto por parte del presidente de la Fundación Palau. Muy pocas veces. Pero esta vez hay noticia. Y ha pasado muy desapercibida en los medios nacionales. Resulta que el presidente de la Fundación Palau, Felix Mollet, ha remitido una carta al juzgado contando todos los detalles de cómo metió la mano en la caja. Increíble.
Su lista de pecados es la siguiente: 1,3 millones de euros en reformas en su domicilio particular a cuenta del Palau, 500.000 euros en viajes particulares de su familia a Maldivas y Dubai, compra el pasado 23 de julio de un inmueble por valor de 1,5 millones de euros a su nombre, pero financiado por el Palau. Además, reconoce haber pagado en negro a muchos artistas, aunque también se escuda en que se trata de una práctica habitual.
Por último, excusa a todo el equipo directivo de estas practicas irregulares salvo a su director administrativo, Jordi Montill. Ambos se autocompensaban los picos de carga de trabajo con sobresueldos jugosos. Más Mollet que Montill. Por supuesto, el ex presdiente del Palau pide disculpas, se muestra arrepentido y ha depositado 1,3 millones de euros en el juzgado para compensar sus fechorías. Una historia tremenda. Una contricción a la catalana que al parecer no preocupa demasiado en Madrid.
Su lista de pecados es la siguiente: 1,3 millones de euros en reformas en su domicilio particular a cuenta del Palau, 500.000 euros en viajes particulares de su familia a Maldivas y Dubai, compra el pasado 23 de julio de un inmueble por valor de 1,5 millones de euros a su nombre, pero financiado por el Palau. Además, reconoce haber pagado en negro a muchos artistas, aunque también se escuda en que se trata de una práctica habitual.
Por último, excusa a todo el equipo directivo de estas practicas irregulares salvo a su director administrativo, Jordi Montill. Ambos se autocompensaban los picos de carga de trabajo con sobresueldos jugosos. Más Mollet que Montill. Por supuesto, el ex presdiente del Palau pide disculpas, se muestra arrepentido y ha depositado 1,3 millones de euros en el juzgado para compensar sus fechorías. Una historia tremenda. Una contricción a la catalana que al parecer no preocupa demasiado en Madrid.