Más cachondo estuvo Savater. "Yo había propuesto extorsionar a los empresarios con una capucha como hacen otros, pero Rosa me ha convencido de que no es conveniente. Bromas aparte, la financiación, aclara Rosa, se realizará "como hacen todos los partidos: pidiendo un préstamo bancario". Eso sí, aclara que de momento "no ha comenzado el peregrinaje bancario". ¿Aval? "Nuestro programa político". A partir de ahí, si de verdad consiguen ser bisagra, recibirán fondos públicos con los que devolver el préstamo. ¿Sino? Sino, tendrán un problema.
Más incógnitas. ¿Qué papel jugará Mikel Buesa? Conviene recordar que Buesa ha quemado las naves y ha provocado la dimisión de la junta directiva de El Foro de Ermua. Por cierto, que a pesar de los apoyos públicos, nadie del Foro ha participado en el desayuno de esta mañana. Sí lo ha hecho en cambio la presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, Mayte Pagazaurtundúa. Pues bien, regresando al papel de Buesa, Díez responde que el partido no está todavía decidido, pero que "habrá sitio para que cada uno haga lo que quiera". Con matices, aclara Savater con coña: "porque se nos acerca gente que dice que podría trabajar muy bien los temas de urbanismo".
Por cierto, ¿por qué Savater ha decidido quedarse fuera? El profesor dice que no estará fuera, sino que se dedicará a hacer lo que "hace mejor". O sea, escribir, polemizar, etc. "No tengo capacidad para la gestión y la burocracia que son necesarios en todo partido", aclara. No obstante, posteriormente señala que estará fuera "por qué sino, ¿quién controla a Rosa?". O sea, que no se moja.
Por último, ¿habrá una ‘joint venture' con Ciutadans? La respuesta es negativa. Díez señala que es necesario primero que nazca y no hacer nada hasta entonces por respeto a ellos "y a nosotros", señala Díaz. "Posteriormente hablaremos de partido a partido". No señalan cuáles son las diferencias entre ambas formaciones, pero Savater apunta que "no se solapan y podrán colaborar". "Aprovecharemos las sinergias como dicen los cursis", apuntala Díaz. Vamos, que hay más problemas de personalismo que de identidad.