No descarta operaciones interterritoriales, pero una vez que esté consolidada esa gran caja andaluza y que la la posición sea más sólida ¿Y CajaSol? ¿Qué prefiere, que se integre en esa gran caja andaluza o que crezca por Extremadura?, le preguntan. A Griñán le han pillado. Su argumento se desmorona. Así que tras balbucear un rato termina afirmando que no lo sabe. Genial. Es decir, barra libre para que CajaSol crezca por Extremadura.
Pero lo más tremendo viene cuando afirma que el no distingue entre los intereses políticos, económicos y financieros. Considera que no existe economía sin política. Y por lo tanto hace una llamada a los populares a que se sumen al consenso. El mismo que -afirma- existe en los consejos de administración de las cajas. Algo así como "no os quejéis que aquí va a haber pastel para todos". Es increíble esta cultura de cortijo.