Si son de los que, en ocasiones, no se comunican bien con sus seres queridos, apunten el título de Golpe de efecto, la optimista película con la que Clint Eastwood regresa, a sus 82 años, como actor a la gran pantalla debido a su amistad con el director de la misma, Robert Lorenz, ayudante de dirección de Clint en películas como Mystic River o Los puentes de Madison.
Gus Lobel es un veterano ojeador de jugadores de beisbol a quien quieren sustituir en su club alegando que su método de trabajo está pasado de moda. Ante la inminencia de esa "jubilación forzosa" su mejor amigo, Pete, no duda en pedir ayuda a Mickey, la única hija de Gus, una ambiciosa abogada que deja aparcada su carrera profesional un par de semanas para constatar si su padre se encuentra en perfectas condiciones físicas… Ese reencuentro entre ambos pondrá sobre la mesa temas del pasado nunca superados pero también el cariño que se profesan...
Golpe de efecto se mueve en el mundo del deporte pero es, sobre todo, un drama familiar donde se pone acento en el respeto a la veteranía y se incide en que los lazos familiares son indestructibles. Todo ello aderezado de divertidos diálogos en los que el personaje de Gus Lobel recuerda, ineludiblemente, al protagonista de Gran Torino: es decir, un cascarrabias cargado de sentido común y bondad. A las excelentes interpretaciones de todo el reparto, además de Clint Eastwood, Amy Adams, John Goodman y Justin Timberlake, se unen momentos inolvidables que rinden homenaje al cine clásico: así, la emotiva escena de Clint hablando en el cementerio ante la tumba de su esposa está "calcada" de lo que hacía John Wayne en La legión invencible, de John Ford.
De tal forma que Golpe de efecto no tiene un argumento especialmente original, puede resultar algo previsible pero, sin embargo, es una película esperanzadora, entrañable, muy recomendable para todos aquellos espectadores que vayan al cine para pasar un rato agradable. Si usted es uno de esos: no lo dude, disfrutará un montón con Golpe de efecto.
Para: Los que les guste el cine esperanzador al estilo de Gran Torino