El presidente de Mutua Madrileña, Ignacio Garralda, está satisfecho con el 2% de participación de la compañía en Repsol. Considera que la rentabilidad del dividendo de la petrolera es bastante aceptable. Además, los cambios de valoración no repercuten en las cuentas de la aseguradora y, por tanto, no van contra reservas.
Pero Garralda no tiene el mismo concepto de Sacyr, donde la Mutua Madrileña cuenta con 15 millones de acciones, un 5%. Para empezar porque sí afecta a sus cuentas, diariamente, lo que produce un stress contable que no satisface a Mutua. Por eso, Garralda confirmó que Sacyr es un activo disponible para la venta. A pesar de sus dudas sobre qué hacer con esta acción, no tendrían problemas en desinvertir -admite el presidente de la aseguradora- si Sacyr recuperara un cierto precio. En Mutua son conscientes de las dificultades para alcanzar un precio satisfactorio en el mercado minoritario, por lo que no descartan la búsqueda de un comprador que se haga con el actual paquete de acciones en la constructora.
Cuando la Mutua contaba con liquidez, el anterior presidente, Ramírez Pomatta vio en Sacyr una opción que parecía adecuada. De hecho, las plusvalías latentes a finales de 2008 eran de 30 millones de euros. En la actualidad, las minusvalías latentes alcanzan los 19 millones de euros.
Rodrigo Martín
rodrigo@hispanidad.com
