- La liberalización conllevará necesariamente reducción de plantilla.
- Tanto en Adif, 14.000 trabajadores, como en Renfe, otros 14.000.
- El mapa del AVE, con la crisis, ya está agotado.
- Y es evidente que sobran líneas deficitarias.
- Se prevé que Renfe y Adif cierren el año con una deuda de 18.700 millones de euros.
No hay nada tan difícil como privatizar, o liberalizar, término que prefiere usar el Gobierno en tiempos de crisis. El reto al que se enfrenta la ministra de Fomento Ana Pastor (en la imagen) en estos momentos, liberalizar Renfe, es de una magnitud difícil de calcular. Europa nos exigía la supresión de las subvenciones y podíamos haber retrasado en dos años una tarea de semejante envergadura, para, como llegó a decir la ministra, no adelantarse a la UE, pero como se temen los sindicatos, lo que pretende el Gobierno no es liberalizar el sector, ni hacer rentable Renfe. Es imposible lograrlo. El mapa del AVE, con la crisis, ya está agotado. Sólo les queda una solución: los recortes masivos de plantilla. Por eso los sindicatos jugaron fuerte y convocaron una huelga el martes 17 con un seguimiento masivo que obligó a la cancelación de 302 trenes de alta velocidad y larga y media distancia. La huelga fue convocada por los sindicatos que operan en Renfe, en el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) y en Ferrocarriles Españoles de Vía Estrecha (Feve).
Pese al órdago sindical no parece que el Ministerio pueda encontrar otra salida que no pase por poner en la calle a un gran número de trabajadores. Adif cuenta con 14.000 y Renfe con otros 14.000; y sólo en Adif hay 8.000 encargados de mantenimiento, la mayoría de ellos en líneas convencionales deficitarias.
La liberalización del trasporte de viajeros por ferrocarril, que se iniciará el 31 de julio de 2013, según recoge el Real Decreto 22/2012 de 20 de julio, mantiene la naturaleza jurídica de Renfe Operadora como entidad pública, y se estructurará en cuatro sociedades mercantiles cuyo capital social le pertenecerá: viajeros, Mercancías, Logística, Fabricación y Mantenimiento, y material rodante. Mediante el alquiler de los bienes de esta última -el material rodante (ROSCO)- pretende convertirla en rentable, y así lo expuso el presidente de Renfe en Santander. Pero él sabe que la situación es tan mala que la única vía son los recortes. La deuda prevista para Renfe al final de este año asciende a 5.254 millones y Adif cerrará 2012 con una deuda de unos 13.432 millones. Los sindicatos no mienten cuando afirman que lo que pretende Renfe es despedir empleados. Lo va a hacer. Este martes los sindicatos se han reunido con el secretario de Estado de Infraestructuras y Transportes Rafael Catalá durante dos horas y media. Ana Pastor (en la imagen) tenía la excusa de un viaje. No ha tenido que quemarse, sabe muy bien que la suerte está echada.
Sara Olivo
sara@hispanidad.com