En Aragón gobierna el PSOE en coalición con el PAR, un partido aragonés regionalita situado a la derecha del partido Popular, pero eso no es importante. Así que se repartieron el cotarro : la TV para el PSOE y la radio para el PAR. Para que hiciera bonito, nombraron a Eduardo Foncillas, embajador de España y hombre considerado próximo al PSOE, pero integrador y poco sectario. Eso sí, para mangonear desde dentro ni tan siquiera optaron por un periodista. No, prefirieron a un funcionario de toda confianza: Jesús López Cabezas.
No sólo eso, sino que las peleas intestinas del propio PSOE aragonés llevó a que a Eduardo Foncillas se le insinuara que dejara su puesto, a pesar de que había sido nombrado en el parlamento para dar estabilidad a la emisora naciente, al menos mientras durada la legislatura. Al parecer, el eterno enfrentamiento entre el alcalde Zaragoza, Juan Alberto Belloch, y su correligionario, el presidente de la Diputación General, Marcelino Iglesias, exige este tipo de componendas. Lo cual demuestra que manipular un medio informativo no es difícil, lo difícil es ponerse de acuerdo con el compañero de partido.
Algo hay que reconocerles a los socialistas aragoneses: ni por un momento tratan de ocultar su mangoneo informativo de un medio pagado por todos los ciudadanos.