Sr. Director:
Ni la crisis, ni el alto número de abortos le preocupa al Ministerio de Sanidad. Ahora Trinidad Jiménez, y su equipo de trabajo dicen que van a eliminar del último borrador de la Estrategia Nacional de Salud Sexual y Reproductiva una expresión supuestamente discriminatoria como recién nacido para sustituirla por una más integradora como criaturas. Y, es que a la criatura de Aído se le ha ocurrido en su lucha gramatical contra el sexismo que es una expresión discriminatoria eso de llamar recién nacido al que niño recién nacido.
Ni la crisis, ni el alto número de abortos le preocupa al Ministerio de Sanidad. Ahora Trinidad Jiménez, y su equipo de trabajo dicen que van a eliminar del último borrador de la Estrategia Nacional de Salud Sexual y Reproductiva una expresión supuestamente discriminatoria como recién nacido para sustituirla por una más integradora como criaturas. Y, es que a la criatura de Aído se le ha ocurrido en su lucha gramatical contra el sexismo que es una expresión discriminatoria eso de llamar recién nacido al que niño recién nacido.
La batalla que está llevando este Gobierno en contra del correcto uso del lenguaje que la máxima autoridad lingüística, la Real Academia de la Lengua, propone, está llegando a límites aún más absurdos. Si en su momento una crecida y orgullosa Aído exigía decir miembras, e invitaba al equipo de lingüistas cambiar el Diccionario de la Lengua, ahora Sanidad quiere demostrar que también está por encima del correcto español.
Más le valía a la Ministra de Sanidad, preocuparse del problema que tiene la Sanidad Pública y no gastar el dinero que otros necesitan para comer, en las cursilerías del desafortunado Ministerio de la Desigualdad. ¿No creen?
Rita Villena