Otrosí, y dado que el PSOE está centrando la almendra de su programa en educación, conviene recordar un par de cosas. Lo malo no es que España sea el país del mundo con menos hijos por mujer en edad fértil, lo malo es que los pocos que tenemos no queremos verlos ni en pintura. El Partido Popular ha continuado con el absurdo proceso de adelantar la escolarización, mientras las socialistas exigen que los niños pasen cada día más tiempo en el cole que en su casa, más tiempo con los profesores y menos con sus padres. De hecho, los socialistas han convertido en bandera electoral que los colegios abran 11 meses al año (no dicen 24 horas al día, pero están en ello). Es más, la tendencia, tanto de los centro reformistas de Mariano Rajoy como de los socialistas de Rodríguez Zapatero, consiste en escolarizar el ocio: cualquier cosa con tal de que los niños no vivan en familia.
Y todo ello tiene un sesgo 'staliniano', porque fue Stalin el primero en separar a los hijos de sus padres nada más nacer, y recluirlos en el colegio. Luego dio marcha atrás porque Stalin era un tirano pero no un idiota, retroceso que ya han dado casi todos los países centroeuropeos. Lo habitual en el viejo continente es que a mediodía el niño esté en casa, salvo en Francia y España donde seguimos alargando la jornada laboral de los padres y la escolar de los hijos.
Por contra, Norteamérica no sólo está de vuelta de la reclusión escolar, sino que comienza a abrirse paso el proceso inverso: que los niños sean educados en casa por sus padres (home schooling). Por el momento, son ya dos millones los chavales en esta situación. En cambio, Francia y España caminan orgullosos en pro de la muy progresista opción de la reclusión escolar.
Eulogio López