La matemática electoral lleva a pensar en un Gobierno PNV-PSOE o en otro PNV-PCTV
En el 2001 votó el 80% de los electores potenciales, en el 2005 ha sido un 69%.Los vascos empiezan a parecerse a los griegos con la Unión Europea: las elecciones les traen al pairo. Quizás también el hecho de que en 2001 el Gobierno Aznar había tendido la mano al PSOE opositor y ambas formaciones estaban dispuestas a gobernar juntas en Vitoria. En otras palabras, había una expectativa de que, por vez primera en la democracia española, los nacionalistas salieran del Gobierno de Vitoria. En 2005 no. En cualquier caso, el bajón de participación es la primera información que merece reseña. A lo mejor, ese callejón sin salida que es el País Vasco abre un hueco por el lugar menos esperad el hartazgo de la ciudadanía. La evolución hacia la abstención es paulatina pero permanente en todo el mundo occidental.
La lista del Partido Nacionalista Vasco y Eusko Alkartasuna, obtuvo 29 escaños frente a los 33 de la elecciones del 2001 (pierde 150.000 votos). El PSOE sube de 13 a 18 (gana algo menos de 20.000), mientras el PP baja de 19 a 15 (pierde 115.000 votos). El proetarra Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV) consigue más escaños que consiguiera en su día EH, la marca electoral de Batasuna, su mentor. La Izquierda Unida de Javier Madrazo se queda con 3 escaños, mientras Aralar, la escisión pacífica de los proetarras, obtiene 1 escaño.
Lo más sorprendente es el triunfo del PCTV, cuyos escaños, sumados a los de PNV-EA, obtendrían la mayoría absoluta (38 diputados). Lo que está claro es que el actual Gobierno tripartito (PNV-EA-Izquierda Unida) no podrá gobernar en solitario.
Así que las posibilidades son, o bien la mencionada del nacionalismo pacífico unido al violento (PNV-PCTV), o la unión entre el PNV y el PSOE, que es el gran sueño de Zapatero, aunque el presidente del Gobierno español ha empeñado su palabra en que esa alianza sólo es posible en el caso de que el PNV renuncie al Plan Ibarreche.
El espectro de una solución a la catalana: nacionalistas e independentistas gobernando juntos, no es desechable. Incluso Aralar podría jugar en Euskadi el papel que IC juega en Cataluña. Así tendríamos otro tripartito, sólo que éste plantearía la independencia pura y dura.