El último culebrón okupa de Barcelona consiste en que una familia regresa de un viaje y se encuentra a unos ocupas en su casa. Cuando acude a reclamar, resulta que los okupas están empadronados en su casa. Actualmente se encuentran en pleitos. ¿Cómo es posible que el ayuntamiento de Barcelona empadronara a alguien en una casa que no es la suya? No es tan difícil. Los ayuntamientos están incentivados a empadronar para lograr mayores recursos, ligados al número de habitantes.
Los controles son mínimos. Uno entra fácil en el padrón, pero sale con extraordinaria dificultad. De ahí que haya muchos con doble o triple empadronamiento. Pero es que además, se trata de facilitar la integración del inmigrante. Y sin empadronamiento no existes para la Sanidad, ni para la Educación ni para los servicios sociales.
¡Voilá! Así que muchos optan por empadronar con la simple factura del teléfono móvil. Un requisito explícitamente prohibido en algunas empresas privadas. Como las compañías de telefonía móvil no tienen por objeto comprobar tu lugar de residencia sino cobrarte la factura, ya tenemos el problema. Y como el sistema es estúpidamente garantista, resulta que el propietario está en la calle y el okupa en la casa. ¿A que está bien? ¿Alguien lo corregirá?
