El banco belga KBC tuvo que ser intervenido en octubre de 2008. La historia se repite: cuando las acciones del islandés Kaupthing bajaron de 1.000 a 1, en Banif aconsejaban esperar a la segura recuperación. Los afectados se quejan por la baja calidad de los productos y por la tardanza del banco en advertir los errores. Banif sólo reconoce haber vendido Lehman y Madoff.
Patricia invirtió 600.000 euros a lo largo de 5 años a través de Banif. En este momento le queda un 10% de esa cantidad. La banca privada del Santander le colocó entre 2005 y 2007 un producto a 1.000 euros que hoy vale un euro. Se trataba, ella no lo sabía, de bonos del banco Kaupthing . Para invertir en este banco islandés, su asesor le aconsejó deshacerse de otro producto.
Otro consejo de Banif a Patricia: sabiendo que se trataba de un perfil de renta fija que pudiera reportarle un interés, le ofrecieron poner su dinero en unas acciones que le reportarían entre el 8 y el 10%. El nombre de la entidad era Meinl (hoy Atrium), cuyas acciones costaban 20 euros a principios de 2007. Cuando las acciones comenzaron a bajar (este viernes están a 2,45 euros), el asesor tranquilizó a Patricia: No te preocupes, que volverá a subir y le habló de la influencia de su entidad en el consejo de administración del banco austriaco. Cuando el caso se ponía feo, el asesor insistió: No te preocupes, que está siendo investigado en Austria.
Y más fiascos austriacos de Banif: BAWAG fue fundado por el mismísimo canciller de Austria en 1922 para hacer los créditos más asequibles a la gente de la calle. En 2006 se destapó el mayor escándalo de corrupción de toda Austria, que le valió al presidente del banco una condena de nueve años y medio de corrupción por estafa, abuso de confianza y falsificación de cuentas. El fondo estadounidense de capital riesgo Cerberus, propietario hoy del 80% de Chrysler, se hizo con la entidad austriaca cuando estaba al borde de la quiebra. Quienes, como nuestra protagonista, tenían acciones de BAWAG han visto cómo sus acciones valen un 30% de lo que pagaron por ellas.
Los triunfos en asesoramiento no acaban ahí: Patricia, siguiendo siempre el consejo de Banif, también vendió otras acciones para poder comprar en KBC: Veremos si lo cobramos, dice resignada. Su pesimismo no debe extrañar porque KBC es el tercer banco de Bélgica, pero tuvo que ser intervenido en octubre de 2008 por sus problemas de solvencia.
Al teléfono con Hispanidad, un portavoz autorizado de Banif aseguró que el banco sólo reconoce productos de Lehman y Madoff. La entidad se ampara en la confidencialidad con el cliente y nos informa de que cada asesor tiene un máximo de 50 clientes a los que tiene que estar pegado para responder a todas las dudas que le planteen. Quizás el problema es que casualmente ninguno de los asesores reconoció a sus clientes la gravedad de estos casos hasta que les estalló en la cara. Por el contrario, los afectados con los que ha hablado Hispanidad hasta el momento coinciden en que sus asesores les animaban a aguantar los productos a pesar de que se depreciaran y asegurando que la recuperación era cuestión de tiempo: No me quejo de que nos ofertaran preferentes, sino de que fueran preferentes de baja calidad y nos avisaran tarde, dicen. Voy a la banca privada del Santander para invertir con asesoramiento, si no, me iría al chiringuito de la esquina concluía Patricia con la sensación de que Banif se preocupó más de la permanencia de sus clientes para obtener así comisiones que de cumplir con el servicio que prometen.