La reforma laboral se ha centrado sobre el despido no sobre los salarios. En Hispanidad siempre hemos defendido que la ecuación idónea para el mercado laboral debe ser despido libre a cambio de salarios dignos. Sin embargo, tanto la derecha como al izquierda, así como la patronal, incluso los sindicatos, prefieren discutir de despido antes que de salarios. Muchos trabajadores, especialmente los jóvenes, están por el despido libre con tal de que se les pague por su trabajo un salario que les permita independizarse y formar un hogar.
Vamos con los datos. En 2009, el salario medio cobrado por los españoles subió un 4,7% pero sigue por debajo de la media europea. Ese salario medio se situaba en 1.858 euros brutos (ojo, brutos) mensuales, según el informe de Adecco. No olvidemos que, además, España es el país con más parados de toda la Unión Europea y que, encima, es el de los más negativamente afectados por la entrada en el euro. En otras palabras, desde 2002, España ha homologado precios con otros países europeos pero no salarios. Sus cifras demuestran que España trata especialmente mal a los jóvenes, pues los salarios juveniles son muy bajos y la precariedad laboral máxima. Si a eso añadimos el elevado precio de la vivienda, que no se ha reducido con la crisis.
Si comparamos esa retribución con la europea se da cuenta de los bajos, bajísimos salarios que se cobran en España -donde se trabaja más horas, aunque al parecer mal, dada nuestra escasa competitividad- las conclusiones obvias. El presente cuadro (corresponde a 2008, no tenemos comparativa de 2009) dice mucho: El salario medio en el Reino Unido (país con más déficit público y deuda que España, así como un sistema bancario quebrado) duplica el español: 46.058 euros anuales, frente a los 21.500 de España. Holanda también nos duplica, con 42.720 euros, y Alemania casi lo consigue, con 40.914 euros. La media europea está en los 27.036 euros. O sea, 5.500 euros más a pesar de que esa media se ha visto cercenada por la entrada de los antiguos países comunistas, con sueldos de mera subsistencia.
¿Cómo se elevan los salarios, especialmente los salarios bajos? Elevando el salario mínimo interprofesional, que les sirve de referencia.
España es un país de sueldos bajos. Por lo tanto, los ajustes no se pueden hacer con cargo a las retribuciones, ni de empleados privados ni de públicos, sino reduciendo el gasto público y, si fuera necesario, que lo es, las prestaciones públicas. O tratamos mejor a los jóvenes o seguiremos con el esquema de dos sueldos ningún hijo, el mismo que ha puesto a la Seguridad Social al borde de la quiebra.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com
